Un afortunado fotógrafo, Martin Strmiska, de 41 años, que dedica su tiempo a tomar fotografías de los paraísos submarinos de Maldivas, capturó el espectáculo de su vida, que incluso los buceadores experimentados rara vez presencian.
Mientras realizaba una excursión de buceo con unos turistas el año pasado, alrededor de las 10 u 11 de la noche, fueron testigos de un frenesí de alimentación de aproximadamente 20 tiburones ballena junto a su barco. Casi nunca se ve una concentración semejante de tiburones ballena.
Strmiska tomó innumerables fotos y videos de las serenas y hermosas criaturas marinas alimentándose como si no hubiera un mañana.
Este raro encuentro, explicó Strmiska a The Epoch Times, se produjo gracias al COVID, ya que no había otros barcos en el agua, y el de ellos fue uno de los primeros en reanudar sus excursiones de buceo. Esto implicó que, al encender las luces, todo el plancton se sintió atraído hacia ellas, y esta enorme concentración de la diminuta vida marina (alimento de los tiburones) atrajo a su vez a los tiburones ballena. Sin ningún otro barco a la vista, Strmiska y los buceadores tuvieron a todo el grupo con ellos, y pudieron vivir el encuentro de su vida.
«Llevo haciendo esto mucho, mucho tiempo, bastante tiempo, casi 20 años», dijo Strmiska. «Y nunca había visto nada como esto. He visto muchas cosas. Pero esto fue literalmente increíble. Increíble».
(Cortesía de Martin Strmiska)
«Era tal el frenesí alimenticio que no se preocuparon por mí en absoluto. Necesitaba preocuparme por mí porque ellos, aunque parezca que son muy gentiles —y lo son—, siguen siendo animales muy grandes».
«Había como 20 tiburones ballena detrás del barco. Esto fue absolutamente una locura. Ni siquiera puedo (…) quiero decir, solo tengo tres o cuatro tiburones ballena en un video, o tengo fotos con siete».
A pesar de que a menudo en Hollywood se les retrata como monstruos devoradores de hombres, los tiburones no consideran a los humanos una fuente de alimento. Más aún en el caso de los tiburones ballena, que son bestias gentiles que se alimentan de organismos diminutos llamados plancton (hay muchas variedades de plancton también), ellos abren sus enormes mandíbulas y engullen galones de agua para filtrar los diminutos peces para alimentarse.
(Cortesía de Martin Strmiska)
Strmiska señaló que estos gigantes del mar, a pesar de su gran tamaño, también son extremadamente manejables cuando lo necesitan y hábiles para evitar un choque accidental. «Incluso si por alguna razón terminan estando frente a frente, son capaces de frenar o girar en una distancia muy corta», dijo. «No es como un autobús que simplemente va y no es capaz de maniobrar o cambiar la dirección».
«Les sorprendería mucho que un tiburón ballena, [que] mide tal vez ocho o nueve metros de largo, podría nadar directamente hacia ustedes, y luego evitaría la colisión, pero también movería la cola y la doblaría a su paso para evitar incluso un pequeño toque de colisión con su cuerpo».
Resumiendo, añadió: «Los mejores momentos son cuando no quiero tomar las fotos y no quiero tomar los videos. En ese momento, sé que es cuando más disfruto de mi trabajo. Al mismo tiempo, debo hacerlo, pero tengo que hacer algún tipo de compromiso».
¡Un verdadero compromiso!
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