Un caballo ciego que perdió los ojos a causa de una enfermedad crónica superó sus limitaciones y consiguió tres récords mundiales gracias al amor, el apoyo y la persistencia de su dueña.
Endo, un caballo Appaloosa ciego de 22 años que vive en Corvallis, Oregón, con su dueña, Morgan Wagner, es el orgulloso poseedor de tres récords mundiales Guinness: el salto libre más alto realizado por un caballo ciego (106 cm), el tiempo más rápido para que un caballo ciego salte cinco varas (6.93 segundos) y el mayor número de «cambios de vuelo» realizados por un caballo en un minuto (39), es decir, cambiar la dirección de sus patas delanteras y traseras simultáneamente.
«No sabía cómo afrontaría Endo la ceguera», dijo Wagner a Record Mundial Guinness. «Era algo que simplemente teníamos que intentar y ver cómo iba… es increíble que Endo tenga tres récords mundiales».
El éxito de la adaptación de Endo a la ceguera se debe a la confianza que construyó con Wagner a lo largo de las dos décadas que lleva con ella. A los 13 años, Wagner eligió a Endo de entre los potros de la granja de su abuela, y ambos estrecharon lazos rápidamente.
«Endo tiene una gran personalidad… se cree el mejor caballo del mundo y quiere que todo el mundo lo sepa», dice Wagner, que al principio ni siquiera sabía ponerle el ronzal.
Sin embargo, a medida que pasaban tiempo juntos, aprendieron todo lo que hay que saber sobre la equitación.
Pasaron de las órdenes básicas de equitación a la doma y las carreras de obstáculos, dominando cada nuevo reto antes de pasar al siguiente. Pero cuando Endo cumplió 8 años, Morgan se dio cuenta de que tenía problemas con los ojos, lagrimeaba y entrecerraba los ojos a menudo.
Un veterinario diagnostica uveítis recurrente equina, el trastorno ocular más común y la principal causa de ceguera entre los caballos de todo el mundo.
Con cada doloroso brote, los ojos de Endo empeoraban. A pesar de los esfuerzos de Wagner y el veterinario por aliviar su dolor con pomadas, paseos nocturnos a media luz e incluso eliminando el polvo de su entorno, el ojo derecho de Endo se reventó. Wagner sabía que lo mejor para Endo era extirparle el ojo.
Al cabo de unos meses, el ojo izquierdo de Endo también empezó a mostrar problemas, por lo que también hubo que extirparlo. Las esperanzas de Wagner para su caballo recién ciego eran modestas al principio.
«Solo esperaba que fuera feliz comiendo en su establo sin dolor, así que empezamos por ahí», dice. «Al principio estaba muy asustado, así que lo llevé a dar paseos por el establo y luego pasé a dar paseos por la finca. Todo a pequeños pasos».
Sin embargo, apoyándose en los sentidos que le quedaban y en los años de entrenamiento con Wagner, Endo recuperó la confianza en sí mismo. Su limitación se convirtió en su orgulloso apodo, «Endo el Ciego», aumentando su talento de impresionante a extraordinario.
Fue entonces cuando Wagner supo que su querido caballo tenía potencial para batir récords.
«Cada récord era algo que Endo ya sabía. Solo teníamos que practicarlo y afinarlo», afirma. «Me encanta ver cómo Endo sortea los obstáculos él solo. Sabe exactamente dónde está todo, incluso en entornos nuevos».
«Aprendió a saltar de nuevo después de quedarse ciego porque competía en una disciplina que requería un nivel superior de equitación y trabajo con obstáculos, y en esa disciplina llegó a ser campeón nacional al más alto nivel», dijo Wagner.
A principios de diciembre, Endo recibió tres certificados del Record Mundial Guinness por sus asombrosas habilidades.
Además de sus títulos de récord, Endo también es un fanático de las comodidades y de la comida en particular. «Le doy cuatro tipos distintos de heno en su comedero cada día y un par de tipos distintos de grano», explica Wagner. «Su bufé está siempre lleno».
Endo también tiene una pequeña compañera de juegos —con la que comparte el puesto— una yegua miniatura rescatada llamada Cinnamon. Wagner se aseguró de presentar a los dos caballos antes de que Endo se quedara completamente ciego, y añadió: «Así ya tendría el vínculo con ella».
El orgulloso Wagner espera que la historia de éxito de Endo, y su trío de títulos de récord mundial, motive a otros jinetes a prestar más atención a los caballos con discapacidades.
«Un consejo para las personas con caballos ciegos que estén asustadas o confusas sobre lo que deben hacer es que vayan paso a paso», afirma. «No tengas grandes metas, simplemente haz lo que tu caballo pueda hacer, recompénsalo e inténtalo un poco más la próxima vez».
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