Los caballos y las piscinas no siempre son los mejores compañeros de vida, pero este potro quiso demostrar lo contrario, o al menos ese creyó.
Era un día como cualquier otro para Cindy Buckel y su esposo, residentes del tranquilo condado de Pasco, Florida. Mientras realizaban las tareas cotidianas en su hogar, decidieron reubicar a sus amados caballos, Moe y Huey. Poco sabían que este simple acto desencadenaría una serie de eventos que pondrían a prueba su valentía y su capacidad para enfrentar lo inesperado.
Huey, en un gesto juguetón, comenzó a acorralar a Moe cerca de la piscina. De repente, en un giro sorprendente, Moe se lanzó a la aventura con un elegante salto al agua. «Fue un hermoso clavado, merecedor de un diez en ejecución», relató Buckel en una entrevista con The Epoch Times.
Moe, conocido por su carácter tranquilo y dulce, se encontró sumergido en un mundo acuático inesperado. La señora Buckel, sin dudarlo un instante, se unió a él en la piscina, intentando calmarlo con palabras reconfortantes: «No necesitas nadar. Estás bien».
Mientras Moe luchaba por mantener la calma, Buckel y su esposo actuaron rápidamente. Contactaron al veterinario y al departamento de bomberos local, sabiendo que necesitarían ayuda para rescatar a su compañero equino.
Llevaron un arnés y correas a la casa de la pareja en Frontier Drive, cerca de Zephyrhills, mientras un vecino se acercaba con un tractor.
(Cortesía del Cuerpo de Bomberos del Condado de Pasco)
El Departamento de Bomberos del condado de Pasco respondió con prontitud, movilizando a su equipo de operaciones especiales. Corey Dierdorff, portavoz del cuerpo de bomberos, explicó: «Llevamos un arnés grande y un tractor John Deere. El veterinario llegó y sedó a Moe para poder sacarlo del agua».
En un esfuerzo coordinado y profesional, los bomberos y el veterinario trabajaron incansablemente para asegurar el bienestar de Moe. Finalmente, después de una tensa espera, el caballo fue rescatado con éxito.
«Nos complace informar que el caballo está en buenas condiciones», anunció el departamento de bomberos en su perfil de Facebook, compartiendo el vídeo del rescate que conmovió a miles de personas en línea.
Esta historia es más que un simple relato, es un testimonio del vínculo inquebrantable entre los seres humanos y los animales. Es una demostración del valor y la determinación de aquellos que arriesgan todo para proteger a los más vulnerables. Y, sobre todo, es un recordatorio de que el amor y la compasión pueden superar cualquier obstáculo, incluso los más inesperados.
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