Pitágoras miró nerviosamente hacia el recinto vecino, donde sentía que habían colocado al cachorro de león recién llegado. Los iban a acercar para que empiecen conocerse, con la esperanza de que, con el tiempo, se convirtieran en compañeros de vida en el santuario en Sudáfrica.
Según los rescatistas, los cachorros son hermanos.
Ambos leones bebés sufrieron traumas, pero finalmente llegaron al Drakenstein Lion Park después de ser separados en su lugar de nacimiento, en Líbano, y rescatados de la cautividad a los cuatro meses de edad. Pitágoras, o Pi, probablemente pasó por más pruebas que su hermana Freya. Pero ahora, al final de su largo viaje hacia su hogar definitivo, comienza un nuevo camino de sanación y, muchos esperan, de prosperidad.
Los datos sobre la procedencia de los cachorros se limitan a lo difundido en las redes sociales y a lo que han averiguado sus salvadores al sacarlos del peligro y ponerlos a su cuidado.
Pi fue el primero en salir a la luz, y el vídeo de él junto a sus captores que apareció en Internet el 5 de marzo fue alarmante para Maggie Shaarawi, de Animals Lebanon. En él se veía a Pi siendo arrastrado fuera de una caja de madera por una cadena alrededor del cuello, gruñendo mientras su captor intentaba agarrarlo del pelo.
El segundo vídeo apareció el 8 de marzo, después de que el cachorro desapareció misteriosamente de la custodia de su captor para reaparecer en otro lugar. En él se ve a Pi en una caja de cartón con la boca tapada mientras multitud de personas lo miran, acarician y graban con sus teléfonos, riendo a carcajadas y tirándole de las orejas.
Minutos después de ver este vídeo, la Sra. Shaarawi llamó al ministro de Agricultura y le rogó que fuera con ella a confiscar a Pi, después de haber llamado a un juez para obtener permiso para llevárselo bajo su custodia. Las autoridades y la Sra. Shaarawi acudieron rápidamente al lugar de los hechos, en Trípoli, retiraron la cinta y confiscaron al animal antes de someterlo a una revisión y meterlo en una jaula para ponerlo a salvo. En su jaula, se ve a Pi gruñendo en un frágil alarde de ferocidad tras el calvario. El agresor fue detenido.
Había que cumplir una condición para retener a Pi: La Sra. Shaarawi tenía que comprometerse a cuidarlo.
«Lo único en lo que podía pensar era en la boca encintada del cachorro, rodeado de gente», dijo en un vídeo difundido por la organización.
Animals Lebanon colabora desde hace tiempo con con Drakenstein Lion Park en Sudáfrica, el cual ella garantiza como un auténtico santuario en una tierra de impostores, donde muchos pretenden operar santuarios pero en realidad llevan a cabo operaciones de cría o ofrecen oportunidades de acariciar a los animales para los turistas. Nada de esto está permitido en Drakenstein. El santuario sería —al igual que para los 19 leones rescatados anteriormente por Animals Lebanon— el final feliz que Pi necesitaba.
La gran dificultad era reunir dinero suficiente para transportar a Pi. La Sra. Shaarawi pidió 10,000 dólares por Internet. Se necesitaría una caja especial para enviarlo a Sudáfrica y ponerlo al cuidado de sus socios en el santuario de leones para que viva sus días en instalaciones al aire libre en compañía de otros leones, sin duda porque es casi imposible liberar en la naturaleza a leones nacidos en cautiverio.
A los dos meses de su estancia con la Sra. Shaarawi, el 24 de abril, Pi fue enviado a su nuevo hogar, ya que habían encontrado financiación. La visión de Pi observando la hierba por primera vez, oyendo el sonido del viento erizarse en sus oídos hormigueantes, un sonido que no había oído antes, sintiendo la luz del sol en su pelaje y la hierba bajo sus pies, fue sobrecogedora. El trauma le había hecho temeroso de todas las cosas, pero había sentido el calor de la Sra. Shaarawi y, al llegar con él, buscó su abrazo.
«Pitágoras fue rescatado de un influencer de las redes sociales que lo había comprado para utilizarlo como atrezzo para aumentar sus seguidores», explica a The Epoch Times Shane Hart, director adjunto del parque de leones Drakenstein. «Este influencer lo sometió a atroces abusos mientras lo tenía prisionero».
Pi se sentirá más cómodo con el tiempo. Para que se sienta como en casa, le dejaron peluches familiares en su recinto, lo que facilitaría su transición. La vida será mejor a partir de ahora, en casa.
Poco después de que Pi fuera rescatado de su cautiverio, su hermana Freya fue entregada a Animals Lebanon por un zoo preocupado por su bienestar. Poco se sabe de sus antiguos dueños, salvo que querían que «viviera su vida en el entorno más natural posible en el santuario [Drakenstein]», dijo el Sr. Hart al hablar de la historia de Freya. «Nuestros amigos de Animals Lebanon cuidaron de ella hasta que pudo ser trasladada hasta nosotros en una jaula de viaje construida a tal efecto».
El deseo del antiguo propietario de enviar a Freya a Sudáfrica se hizo realidad.
«Freya estaba agotada del viaje cuando llegó, pero enseguida demostró estar muy segura de sí misma», dijo el Sr. Hart. «Pi, con quien se integrará cuando ambos estén preparados, estaba mucho más nervioso cuando llegó».
Ahora que tiene 7 meses, la misma edad que Pi, Freya comenzó a demostrar mejoras desde que empezó a vivir al aire libre. Es más pequeña que Pi, pero le está alcanzando rápidamente. Como ahora es invierno en Sudáfrica, se ha preparado un recinto a prueba de intemperie para Freya, con un montón de almohadas y juguetes familiares colocados en el interior para mantenerla cómoda.
«El martes [23 de julio], la colocamos en un recinto más grande en el centro del santuario, junto al recinto de Pi, para que pueda acostumbrarse a tener otros leones en recintos vecinos», dijo el Sr. Hart. «Esto también ayudará a que ella y Pi se conozcan para su posterior presentación».
«Nuestro objetivo es integrar a Freya y Pi y que convivan pacíficamente en el mismo recinto, pero esto llevará tiempo y depende totalmente de su progreso individual», dijo. «Le proporcionaremos los mismos cuidados excelentes que proporcionamos a nuestros otros rescates durante toda su vida».
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