Cuando trabajas desde la comodidad del hogar, no todo es color de rosas. Verán, Andy es un responsable supervisor que intenta cumplir con su deber laboral desde el frente doméstico en Runcorn. Pero su plan de atacar las tareas con tesón se vio interrumpido por un peludo e inoportuno compañero de cuatro patas: ¡su descomunal can Odin!
Imaginemos la escena: Andy concentrado frente a la computadora, peleando contra los plazos. De repente, siente un increíble peso sobre su hombro y un bocado de baba en la oreja. Lo cierto es que Odin, un tremendo mastodonte canino de raza pastor de los Cárpatos reclamaba su dosis de mimos, porque, claramente, no entiende de videollamadas ni deadlines, y tampoco le importa.
La situación se puso aún más surrealista cuando el inquieto Odin comenzó a sacudir su esponjosa y descomunal cola justo delante de la cámara web de Andy. «¿Me prestas atención a mí o a esa aburrida pantallita?», parecía ladrar con su mejor carita de cordero degollado. ¡Todo un reto para la concentración de nuestro pobre amigo!
La hijastra de Andy, Laurenjade, fue testigo presencial de este insólito combate entre el deber y las travesuras peludas. «¡Ni se imaginan la risa que nos entró! Odin siempre está haciendo diabluras, ¡pero por eso lo queremos tanto!», confesó la joven. «De hecho, suele molestar bastante a mi padrastro. ¡Parece que las tonterías con su hermano se le han pegado!».
Al final, para Andy no quedó más remedio que rendirse ante la ternura arrolladora de su cachorrísimo compañero. «Pensé que estaba loco, ¡pero eso es típico de Odín! Siempre se está trepando donde no debe, aunque sea por molestar», añadió Laurenjade con humor. A
Al mal tiempo, buena risa, ¿no? Quizás la próxima vez Andy aprenda a esconder los donuts antes de ponerse a trabajar…
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