Los niños siempre serán niños, y los cachorros siempre serán cachorros. En un adorable video que se hizo viral, un cachorro de oso sigue a su mamá mientras cae la nieve. Pero, aunque la madre se dedicaba a lo suyo, el bebé se quedó atrás para intentar atrapar unos cuantos copos de nieve.
El video, compartido primero en Twitter por el usuario «Buitengebieden», ha generado emotivos comentarios de miles de espectadores en Internet, y se muestra desde una cámara de seguridad Ring, probablemente de una puerta principal.
En la grabación se ve a un vecindario disfrutando de la luz del atardecer mientras cae nieve en el exterior. El césped solo tiene un poco de nieve, mientras dos osos pasan por la acera de cemento frente a la cámara de la residencia. Muchos espectadores se han peguntado qué pueden estar haciendo los osos tan lejos de casa, en este barrio pavimentado y adormecido.
La mamá osa avanza lentamente, como si estuviera buscando un mejor terreno, mejor comida o un lugar para descansar. Tal vez sea su hora de hibernar. Su osezno se queda atrás.
Entonces, en un momento de gran ingenuidad y juventud, el cachorro de oso se levanta de repente sobre sus dos patas traseras e intenta atrapar los copos de nieve. Lo hace con tanta curiosidad y ligereza como un niño pequeño que ve la maravilla de la nieve por primera vez. Es como si los copos de nieve se deslizaran entre sus patas, y en su entusiasmo infantil, da zancadas y golpes aún más fuertes. Su cabeza se levanta hacia el cielo, como si quisiera atraparlos con la lengua. ¡Hay tantos! ¡Qué asombro!
Y luego, en un abrir y cerrar de ojos, vuelve a bajar, caminando como los osos. En cuatro patas y con la cabeza inclinada hacia el camino que tiene enfrente, avanza tras su madre.
En reacción al video, los espectadores han enviado mensajes incluyendo adjetivos como «lindo», «adorable» y «precioso». Un espectador comentó que el oso se comporta tal y como lo haría un niño. Otro señaló que nos sirve como «recordatorio para disfrutar de las pequeñas cosas».
El pequeño cachorro, en sus pocos segundos ante la cámara, despertó involuntariamente miles de sonrisas y animó categóricamente a su público, y simplemente estaba disfrutando del esplendor del mundo que lo rodea.
Al final del breve video, los osos continúan su paso, pero nos quedamos con el recuerdo perdurable del pequeño oso que se balancea hacia el cielo con ingenuidad y entusiasmo, que nos recuerda simplemente que debemos agradecer y disfrutar de las maravillas de esta maravillosa vida.
Vea el video a continuación:
(Cortesía de Ring)
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