Lejos de los centros turísticos de Turquía se encuentra la provincia de Van, donde hay una enorme fortaleza de 3,000 años de antigüedad llamada Tushpa, también conocida como castillo de Van. Contiene la clave de los secretos de un antiguo reino.
Fundada en el siglo IX a.C. por los urartianos, una civilización de la Edad de Hierro y el mayor y primer reino de Anatolia Oriental, Tushpa está construida sobre una mole de roca de 100 metros de altura y sus murallas se extienden a lo largo de 1,250 metros. En su interior se esconden curiosos descubrimientos, según informa Turkish Archaeological News (TAN).
Tushpa, a la que se accede por un largo y serpenteante camino, parece un castillo de barro desde la distancia, y en parte es cierto. Los muros inferiores, construidos por orden del rey de Urartia Sarduri I, están hechos de roca basáltica no fijada con argamasa y rematados con ladrillos de barro. Siglos más tarde, miembros de tribus de principios del Imperio Otomano añadirían a las murallas superiores ladrillos sencillos también de barro.
En la cima del peñasco, la vista desde el castillo es estupenda.
La antigua ciudad de Van se encuentra al sur de Tushpa, según TAN, y sus ruinas aún muestran signos de fortalezas, iglesias y mezquitas, pero Tushpa sigue siendo sin duda la ciudad más impresionante de la Anatolia de la Edad de Hierro. Fue la capital del reino, y las pistas sobre cómo vivían sus gentes se entretejen a través de sus muros, suelos, cámaras rupestres e inscripciones.
Los urartianos, que producían artefactos de bronce y hierro, joyas y armas, también sacrificaban animales; aún hoy son visibles las manchas hechas por la sangre que era arrastrada por canales artificiales.
En Tushpa había pozos subterráneos para almacenar grano, cámaras funerarias en la roca para los reyes y santuarios al aire libre.
El reino de Urartia alcanzó su apogeo bajo el reinado de Sarduri II, que combatió los ataques de los asirios. A su descendiente, el rey Rusa I, que gobernó del 735 al 714 a.C., no le fue tan bien.
Las fuerzas del rey Rusa I fueron aplastadas en batalla por el rey Sargón II de Asiria y, según TAN, los registros sugieren que Rusa I se suicidó posteriormente. Después de esto, el reino de Urarta entró en decadencia y los pueblos posteriores habitaron el castillo, adaptándolo a sus propias necesidades.
Pero aún queda un rasgo que nos recuerda la edad de oro de los urartianos.
En una pequeña fortificación al oeste de la ciudadela hay una escritura cuneiforme (caracteres prensados en arcilla) que da crédito al fundador original de Tushpa.
Llamada los Anales de Sarduri, la tablilla de arcilla misteriosamente inscrita en la roca dice:
«Esta es la inscripción del rey Sarduri, hijo del gran rey Lutipri, el poderoso rey que no teme luchar, el asombroso pastor, el rey que gobernó a los rebeldes. Soy Sarduri, hijo de Lutipri, el rey de reyes y el rey que recibió el tributo de todos los reyes. Sarduri, hijo de Lutipri, dice: Traje estos bloques de piedra de la ciudad de Alniunu. Yo construí esta muralla».
También es «la inscripción urartia más antigua conocida descubierta hasta ahora», según el sitio web turco de arqueología.
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