Una chimpancé de 28 años que pasó toda su vida en una jaula vio por primera vez el cielo abierto en su nuevo santuario de 3 acres (1.2 hectáreas) en Florida.
Vainilla nació en cautividad y pasó sus dos primeros años de vida en una jaula suspendida de 5 pies (1.5 metros) cuadrados en el antiguo laboratorio de investigación biomédica de Nueva York, el Laboratorio de Medicina Experimental y Cirugía en Primates (LEMSIP), que fue cerrado a mediados de los noventa. No conoció la hierba ni el cielo hasta finales de 2022, cuando llegó a su hogar definitivo: el santuario Save the Chimps (STC) de Fort Pierce, Florida.
Afortunadamente, se adaptó rápidamente, a pesar de su terrible experiencia.
Cuando Vainilla dio sus primeros pasos al aire libre, el personal de STC estaba allí para captar el mágico momento con la cámara.
La tímida chimpancé salió lentamente de su recinto, «asombrada» de ver el cielo abierto por primera vez. Al notar su inquietud, un chimpancé llamado Dwight se acercó primero para abrazar a su nueva compañera y calmar sus nervios, y Vanilla saltó a sus brazos. Desde entonces, los dos se han hecho muy amigos.
«Tiene una relación especialmente juguetona con el macho alfa, Dwight, al que roba comida», declaró STC a The Epoch Times, añadiendo que los aperitivos favoritos de Vanilla son los kiwis y las zanahorias.
Vainilla, que fue rescatada junto a su hermana Shake, se integra con otros 18 chimpancés en una de las 12 «comunidades insulares de chimpancés» del santuario, cada una rodeada de agua, lo que significa que no hay necesidad de vallas. Cuando no está explorando la isla, se la puede encontrar encaramada a una plataforma de escalada de tres pisos «observando su nuevo mundo», según el personal del santuario.
Vea el video:
El primatólogo de STC, el Dr. Andrew Halloran, compartió las imágenes de la primera visión del cielo abierto de Vainilla en el simposio de junio de la Sociedad Americana de Primatólogos celebrado en Reno, en Nevada. El Dr. Halloran fue el encargado de elegir el hogar isleño ideal para Vainilla, evaluando su personalidad y necesidades después de que la chimpancé abandonara la cuarentena.
En el LEMSIP, los chimpancés residentes permanecían en pequeñas jaulas colgadas del techo y no tenían contacto entre sí, según el Daily Mail. Cuando el laboratorio las desechó en 1995, Vanilla y su hermana fueron trasladadas a Wildlife Waystation, en Sylmar, California, donde se unieron a un pequeño grupo familiar.
Vainilla vivía con estos chimpancés dentro de una jaula con una valla de alambre del tamaño de un garaje, «sin hierba y con muy poco enriquecimiento», dijo STC en un comunicado. Cuando la Waystation cerró para siempre en 2019, Vanilla, su hermana y otros siete chimpancés fueron llevados a una instalación segura antes de encontrar su hogar definitivo con STC en 2022.
STC, una organización sin ánimo de lucro financiada con fondos públicos, ofrece refugio a 226 chimpancés que han sobrevivido a laboratorios, la industria del entretenimiento, el comercio de mascotas exóticas y zoológicos ambulantes. Muchos estaban solos en jaulas y «nunca habían interactuado con otros chimpancés».
En su nuevo hogar bajo el cálido sol de Florida, Vanilla tiene por delante otros 30 o 40 años de vida feliz y saludable, y la sonrisa de su cara lo dice todo.
«Creo que fue un poco abrumador para ella darse cuenta de que por fin, después de 28 años, tenía la vida que la naturaleza quiso que tuviera», dijo el Sr. Dan Mathews, director de eventos y proyectos especiales del STC, según el Daily Mail. «No completamente; no está en la naturaleza, pero está en un hábitat lo más parecido a la naturaleza que se puede gestionar para un chimpancé que nació en cautividad».
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