Un cliente de un restaurante de mariscos de New Hampshire recibió algo más de lo que pidió en un restaurante de Dover cuando mordió una perfecta perla blanca natural.
La Casa de la Langosta Newick’s en Dover Point ha sido el lugar favorito de la esposa del consultor político Mike Dennehy desde que era niña, informó WMUR 9. Al asistir al restaurante con su familia el 20 de junio, la Sra. Dennehy ordenó el especial de picnic y se sorprendió al descubrir una perla blanca dentro de una de las conchas de almeja al vapor.
Desde que se relajaron las restricciones de cierre en New Hampshire, el restaurante Newick’s se ha adherido a las pautas de distanciamiento social, ofreciendo asientos al aire libre en el estacionamiento; y al enterarse del curioso hallazgo de la Sra. Dennehy, el personal del restaurante se acercó al estacionamiento a una distancia segura para echar un vistazo al hermoso tesoro marino que tenía en su mano.
A pesar de haber visitado el establecimiento muchas veces a lo largo de los años —Newick’s es una empresa familiar de renombre local por sus mariscos frescos y sus hermosas vistas— la primera empresa de comidas públicas de su familia se caracterizó por un hallazgo poco común.
Esta no es la primera perla que se descubre en un restaurante de mariscos. En diciembre de 2018, otro cliente fue noticia al encontrar una en su cazuela de 14.75 dólares en el Grand Central Oyster Bar de Nueva York. Después de morder el pequeño tesoro, Rick Antosh pensó que había perdido un diente o un empaste.
«Esto no es Joe’s Steakhouse. Es el lugar de ostras más famoso de Estados Unidos», dijo Antosh al New York Post. «[Supuse] que no sucede a menudo, pero pensé que ocurre a veces».
Un experto evaluó después la perla y la valoró entre 2000 y 4000 dólares. Antosh no intimó si vendería o no la perla, pero dijo que podría volver al restaurante para probar suerte al encontrar otra.
Las perlas naturales se consideran muy raras. Los expertos en joyería fina de Goldstein Jewelers estiman que las probabilidades de encontrar una perla natural en el pedido de su restaurante son aproximadamente de una en 10,000 a 12,000, dependiendo de la especie del molusco.
Las perlas perfectas que vemos en pinturas y joyerías de alta gama también son falsas, explican los expertos. La gran mayoría de las perlas naturales son pequeñas, blancas y contienen imperfecciones visibles.
Las ostras que comemos no son de la misma especie de ostras de las que se obtienen perlas para la joyería fina, y solo alrededor de 1 de cada 10,000 de estas ostras producirá perlas consideradas de alta calidad como gema por los evaluadores profesionales de perlas.
Antes de que los diamantes ocuparan el primer lugar como la gema más codiciada en el siglo XIX, las perlas naturales fueron valoradas por encima de todas las demás gemas debido a su extraordinaria rareza.
Una perla natural se forma orgánicamente cuando un irritante —como el agua de mar, la arena o las partículas de polvo— se abre camino dentro del músculo del tejido blando de una ostra, explica The Pearl Source. Este irritante hace que la ostra produzca capas de secreciones, llamadas nácar, como mecanismo de defensa; estas secreciones forman lentamente una perla natural.
Una perla cultivada, por otro lado, se forma exactamente de la misma manera, excepto por el hecho de que el irritante se inserta en las ostras cultivadas a través de la intervención humana. Las perlas naturales son mucho más raras, y por lo tanto más valiosas.
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