Un fotógrafo finlandés fue testigo de una escena casi sacada de un cuento de hadas. Desde la seguridad de una casa de campo, capturó una escena mágica de tres oseznos que parecen bailar en ronda mientras su madre los observa. Como los osos tienden a evitar el contacto humano, estas imágenes son, de hecho, bastante raras e inusuales.
Valtteri Mulkahainen es un profesor de educación física de Sotkamo, en Finlandia, que dedica su tiempo libre a fotografiar hermosas escenas de la flora y la fauna de su país. Fue en junio de 2013 cuando vio a la madre osa y a sus tres cachorros mientras exploraba un bosque alrededor de la ciudad de Martinselkonen.
Al principio, Mulkahainen, de entonces 53 años, no estaba seguro si la escena que tenía delante era real. «Cuando los vi parados sobre sus patas traseras, pensé que me lo había imaginado», recordó, según el Daily Mail. Sin embargo, no era su imaginación. El hombre no solo observó, sino que también fotografió y compartió algo extraordinario con el mundo.
Mientras tomaba fotos del momento aparentemente surrealista, Mulkahainen dijo que le recordó cómo los niños humanos juegan entre sí. «Estaban jugando e incluso comenzaron algunas peleas amistosas. Me sentí como si estuviera en un patio de recreo frente a mi casa, donde los niños pequeños juguetean», explicó a Bored Panda. «Me recordaron a los niños pequeños. En un momento dado, los tres se levantaron sobre sus patas traseras y empezaron a empujarse entre sí. Era como si estuvieran bailando en ronda».
El hombre dijo que estaba tan sorprendido de ver a los osos jugar juntos, que esperaba que empezaran a hablar. «Si los osos empezaban a cantar, seguramente no me hubiera sorprendido porque todo era muy insólito», le dijo al Daily Mail.
A solo 50 metros de los osos, el hombre pasó toda la tarde y parte de la noche fotografiando la adorable escena. «Parecía como si estuviera en medio de un bosque mágico de un cuento de hadas».
Sin embargo, a pesar de estar tan cerca de los animales salvajes, el fotógrafo dijo que nunca temió por su propia seguridad. «No daba miedo porque las fotografías fueron tomadas desde una pequeña cabaña, así que la seguridad estaba garantizada», explicó.
Según Mulkahainen, la madre de los cachorros nunca los perdió de vista y los dejó jugar mientras comía. También notó algunos hechos sorprendentes sobre los animales. «Fue interesante observar que todos tenían un carácter diferente, algunos eran bravos, y otros evitaban las peleas y eran tranquilos», añadió.
«La mayoría de sus escenas me recuerdan a los personajes de los cuentos de hadas sobre osos, donde todos los osos caminan sobre sus patas traseras y bailan el twist», añadió Mulkahainen.
Según el Servicio de Parques Nacionales, los osos son bien conocidos por evitar a los humanos tanto como pueden. Por lo tanto, la oportunidad de tomar imágenes como estas es bastante rara.
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