En las vastas llanuras de Sudáfrica, cuatro tigres de Bengala disfrutan hoy de la libertad que durante 15 largos años les fue negada. Sandro, Mafalda, Gustavo y Messi, conocidos como los «tigres del tren», han recorrido un camino extraordinario desde su confinamiento en un vagón abandonado en Argentina hasta su nuevo hogar en el Santuario de Grandes Felinos de Lionsrock.
Su historia comenzó en 2007, cuando un circo ambulante los abandonó en la provincia de San Luis, Argentina, dejándolos al cuidado temporal de un granjero local. El circo nunca regresó, y debido a que la propiedad privada de animales salvajes es ilegal en Argentina, el granjero no informó a las autoridades. Así, estos majestuosos felinos quedaron atrapados en un limbo legal y físico, confinados en un espacio de apenas 75 metros cuadrados.
En 2021, Fauna San Luis, la autoridad argentina en materia de fauna silvestre, descubrió las precarias condiciones en las que vivían los tigres. Incapaces de reubicarlos localmente, buscaron ayuda internacional. Fue entonces cuando Four Paws, una organización internacional de protección animal, se enteró de su situación y decidió intervenir.
El Dr. Amir Khalil, veterinario de Four Paws y líder de la misión de rescate, describió en un comunicado las terribles condiciones en las que encontraron a los tigres: «El vagón de tren estuvo sucio de excrementos y restos de carne y huesos durante mucho tiempo, pero afortunadamente ya no es así».
La urgencia de la situación era palpable. «Los tigres necesitan moverse, correr, jugar y bañarse. Estar encerrado en un vagón de tren de 75 metros cuadrados y solo pasear de un lado a otro durante 15 años no es una vida digna de un tigre», añadió Khalil.
El rescate, que se llevó a cabo el 9 de marzo de 2022, fue una operación logística compleja que requirió meses de preparación. Los tigres fueron introducidos gradualmente en sus cajas de transporte utilizando «refuerzos positivos» en lugar de anestesia. Luego comenzó un viaje épico de 70 horas y más de 20,000 kilómetros hasta Sudáfrica.
«Nuestro equipo necesitaba estar cerca de ellos para que estuvieran tranquilos en nuestra presencia y durante el traslado», explicó el Dr. Khalil. «Fue, y sigue siendo, una situación estresante para los animales, pero los hicimos sentir lo más cómodos posible. Para nosotros, el bienestar de los animales es siempre lo primero».
El 12 de marzo de 2022, los cuatro tigres pisaron por primera vez la hierba en su nuevo hogar en Lionsrock. «Estos tigres nunca han sentido la hierba o la tierra bajo sus patas», sostuvo el Dr. Khalil. «Es la primera vez que pueden ver el cielo por encima de ellos, no solo barras de metal y un techo. Ahora tienen cientos de metros cuadrados llenos de nuevas sensaciones, sabores y olores».
Hoy, más de dos años de su rescate, los tigres han mostrado una notable capacidad de adaptación. Sandro, el macho más viejo y casi totalmente ciego, y Gustavo fueron los primeros en explorar su nuevo entorno. Mafalda, la única hembra, fue inicialmente más cautelosa, explicó Four Paws
Sin embargo, la historia de estos valientes felinos no está exenta de desafíos. Recientemente, Four Paws informó que Mafalda, ahora de 17 años, está luchando contra graves complicaciones renales. «Mafalda enfrenta actualmente graves complicaciones renales y está siendo tratada con medicamentos de apoyo», declaró la organización. «Nuestros cuidadores dedicados le brindan un cuidado especial, monitoreo estrecho y suplementos dietéticos y esperamos que todo esto la ayude a sentirse más cómoda».
La directora del santuario de Lionsrock, Hildegard Pirker, explicó que la enfermedad renal crónica es común en felinos envejecidos, tanto domésticos como salvajes. «A menudo estos resultados son la primera señal de que nuestros grandes felinos han alcanzado su esperanza de vida, como es el caso de Mafalda», señaló la Sra. Pirker.
A pesar de los desafíos, el rescate de estos tigres ha tenido un impacto significativo más allá de sus vidas individuales. Josef Pfabigan, director general de Four Paws, destacó en un comunicado la importancia de estas misiones: «Al rescatar a estos cuatro tigres en Argentina, les proporcionamos una vida mejor individualmente, y creamos conciencia para que todos los animales a nivel mundial sean tratados con respeto, empatía y comprensión».
La historia de Sandro, Mafalda, Gustavo y Messi es un poderoso recordatorio de la resiliencia de la naturaleza y de nuestra responsabilidad como guardianes de la vida salvaje. Estos tigres, que pasaron la mayor parte de sus vidas en condiciones inimaginables, ahora tienen la oportunidad de experimentar algo parecido a su hábitat natural.
Mientras Mafalda sigue bajo tratamiento, sus compañeros continúan adaptándose y prosperando en su nuevo hogar. Su viaje desde un vagón olvidado en Argentina hasta las vastas llanuras de Sudáfrica es un testimonio del poder de la compasión y la determinación humana.
Los «tigres del tren» nos recuerda que nunca es tarde para hacer lo correcto. Nos desafía a mirar más allá de nuestras propias vidas y considerar el bienestar de todas las criaturas con las que compartimos este planeta. Y mientras Sandro, Gustavo y Messi disfrutan de su nueva libertad, y Mafalda lucha contra su enfermedad, su historia continúa inspirando a personas de todo el mundo a alzar la voz por aquellos que no pueden hablar por sí mismos.
En las palabras del Dr. Khalil: «Estoy orgulloso de que hayamos traído a los cuatro tigres sanos y salvos a Sudáfrica». Y nosotros, como testigos de esta extraordinaria historia de rescate y redención, no podemos sino sentirnos igualmente orgullosos y esperanzados por un futuro donde todos los animales puedan vivir con la dignidad y la libertad que merecen.
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