Un esfuerzo en equipo entre los trabajadores de gestión de vida silvestre y de rescate ayudó a un coyote que estaba vagando en un vecindario a encontrar un hogar seguro y la compañía de otro coyote en el Santuario de Vida Silvestre Yellow River en Lilburn, Georgia.
Carmine, un coyote macho melanístico, fue visto por zonas urbanas de Georgia visitando los patios de la gente y jugando con los perros del vecindario. Aunque Carmine era amistoso y no mostraba agresividad a menos que otro perro lo hiciera primero, la gente de la zona empezó a tener diferentes niveles de preocupación por la seguridad de los humanos y de otros perros.
Brandon Sanders, propietario de Sanders Wildlife, una empresa de gestión de la fauna salvaje en el oeste de Georgia, y una de las personas que trabajaron para encontrar un hogar para Carmine, dijo a The Epoch Times que Carmine se acercaba tanto a los humanos al aparecer con frecuencia en su patio trasero que era solo cuestión de tiempo que los miembros preocupados del público lo capturaran y sometieran a eutanasia.
En un intento de evitar la eutanasia, Sanders y su equipo buscaron un enfoque diferente. Con la ayuda de los equipos de Atlantic Coyote Project y Angels Among Us Pet Rescue, Inc., Sanders Wildlife obtuvo la aprobación del Departamento de Recursos Naturales de Georgia para capturar a Carmine y trasladarlo al Santuario de Vida Silvestre Yellow River.
El equipo pasó meses investigando y trazando las rutas de Carmine, las distancias que recorría y sus perros favoritos para visitar. Los coyotes suelen recorrer entre 3 y 10 millas al día y pueden cubrir una distancia considerable. Carmine no era una excepción, y después que el equipo estructuró un mapa de sus rutas, instalaron cámaras y trampas en los lugares que frecuentaba.
«Fue un gran esfuerzo de equipo, en el que Carmine aparecía y poníamos una trampa en un porche, en un patio trasero, y luego terminaba a 16 o 25 kilómetros de distancia en otro patio trasero», dijo Sanders. «Tuvimos tantos propietarios de casas en el público involucrados que cuando Carmine fue visto, ellos reportaron instantáneamente a Chris Mowry del Proyecto Coyote de Atlanta y nos hicieron saber exactamente donde estaba Carmine».
Finalmente, una noche Carmine fue capturado. Aunque fue una decisión difícil para todos los implicados trasladar a un animal salvaje a la cautividad, según Sanders, en el caso de Carmine, sabían que estaban haciendo lo mejor que podían por él.
Tras su captura, aunque estaba en una trampa, Carmine no se asustó, sino que se mostró muy dócil y tranquilo, dijo Sanders.
Carmine fue trasladado inmediatamente al Santuario de Vida Silvestre Yellow River. Debido a Covid-19, Carmine fue puesto en cuarentena antes de poder entrar en un recinto grande. También se le examinó y se le vacunó antes de que se preparara para conocer a su nueva amiga, Wilee, una coyote hembra confiscada y criada a mano que residía allí.
Primero se colocó a Wilee en un recinto cercano al de Carmine, dándoles tiempo para que se acostumbraran el uno al otro. A continuación, se abrieron las puertas y los ansiosos espectadores esperaron para ver si los dos se llevaban bien. Al cabo de unos momentos, y para alivio del equipo de rescate, los dos coyotes se perseguían juguetonamente por el recinto.
«El día que por fin abrimos los dos recintos, fue realmente sorprendente», dijo Sanders. «Fue un momento entrañable».
El exitoso encuentro entre los coyotes recompensó a Sanders y su equipo con la confirmación de que habían tomado el camino correcto. No sólo se había preservado la vida de Carmine, sino que tenía un nuevo hogar y una compañera.
Pronto, la compañía de Carmine y Wilee creció. Ahora se divierten correteando, jugando y dándose besos, según Sanders.
(Cortesía de Brandon Sanders/Sanders Wildlife)
Después de meses de investigación y esfuerzo para rescatar y reubicar a Carmine, ahora los dos coyotes ofrecen a la gente una oportunidad única de aprendizaje. Sanders y otros especialistas en fauna salvaje están obteniendo más información sobre el tipo de alimentación y el comportamiento de los coyotes, y pueden observar más de cerca su temperamento.
Uno al lado del otro, Wilee y Carmine han revelado dos personalidades muy diferentes. Carmine es «muy esquivo». Sin embargo, Sanders dice que se acercará a la gente y «bajará la guardia», hasta convertirse en juguetón como con su cuidador. Wilee, por el contrario, fue criada por humanos y no expresa «ningún miedo» ante la gente. Le gusta ser el «centro de atención» y suele correr de un lado a otro por todos lados.
Para Sanders, estas características opuestas hacen que los dos coyotes sean grandes compañeros y conformen un gran equipo, dando a los humanos una oportunidad excepcional de apreciarlos.
«Son una especie increíble», dijo Sanders. «Creo que los coyotes son increíbles y es uno de los animales menos comprendidos, sin duda».
«En la mayoría de los casos, uno no podrá a acercarse tanto a un coyote en la naturaleza para aprender tanto sobre ellos».
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