Cuando Ron King, un reconocido ejecutivo de la industria de la moda, renunció a la fama tras una larga carrera como vicepresidente senior en compañías como InStyle, People StyleWatch y Southern Living, nadie imaginó que su siguiente proyecto sería dedicarse a los burros. Sí, así como lo escuchas; decidió dejarlo todo para salvar borricos de un cruel destino.
«Me encontré con mucho dinero y mucha ropa de diseñador, pero solo e infeliz… tomé una maleta y me fui», relató King sobre su renuncia al mundo de la moda después de 20 años.
Fue entonces cuando se topó con un desgarrador artículo publicado por The Guardian que lo impulsó a actuar. El informe decía: «Se estima que dentro de cinco años, la mitad de la población mundial de burros será sacrificada para sustentar esta industria. Hasta 2017, había 44 millones de burros».
La decisión de King de dar un giro radical a su vida, tuvo un detonante: el artículo arrojaba arrojaba datos aún más escalofriantes: «Se estima que dentro de cinco años, la mitad de la población mundial de burros será sacrificada», dijo en diálogo con Oprah Daily. Y es que la piel de estos équidos es altamente codiciada para producir ejiao, una popular medicina china que promete curar diversas afecciones.
En diciembre de 2020, a sus 51 años, King sorprendió al mundo cuando abrió el Centro de Adopción y Santuario Oscar’s Place en Mendocino, California, con el objetivo de salvar incontables burros ser sacrificados solo para sustentar una lucrativa industria.
Aunque el cambio de vida era radical, nada parecía casualidad; más bien, todo su camino ya estaba trazado. King se había mudado a una propiedad rural de 75 acres en Mendocino para venderla. Ahí nació su sueño de convertirla en un santuario para burros.
«Realmente me había estrellado contra el suelo y me había perdido», admitió a Oprah Daily sobre su vida previa. «Iba a una caminata y tuve una sensación muy desconocida, como: ‘¿Qué es lo que estoy sintiendo ahora mismo?’. Y me di cuenta de que era serenidad, y estaba tranquilo».
Una ardua pero gratificante labor de rescate
A pesar de no estar preparado, King formó un equipo que hasta ahora ha rescatado cerca de 100 burros del maltrato y la muerte. «Los burros son mucho más parecidos a los perros de compañía que al ganado de granja», explicó a The Epoch Times. «Ansían la atención humana, forman vínculos extremadamente fuertes con otros burros y sus cuidadores, y les encanta jugar con sus amigos burros».
Los burros suelen llegar desnutridos y necesitados de atención veterinaria. «Salgo por la mañana y los llamo y vienen corriendo hacia mí. Son como perritos», compartió King con emoción a Oprah Daily. «Y los bebés son especialmente lindos, les encanta abrazar… si te sientas, los bebés saltarán en tu regazo».
Aquellos burros sanos pueden ser dados en adopción, pero el santuario no separa a las madres de sus crías ni a los mejores amigos. «Cuando un burro llamado Félix contrajo una neumonía y tuvo que ser trasladado a un hospital de animales, su mejor amigo se fue con él para hacerle compañía», explicó King en una entrevista con Mercury News.
Nadie puede creer la nueva vida de King, que aunque es física y emocionalmente cansadora, es inmensamente gratificante
«Es físicamente agotador. Estoy tirando bultos de heno y cargando bolsas de cemento de 50 libras, y persigo a los animales que patean y muerden cuando intentas ponerles inyecciones», le dijo al mismo medio.
Sin embargo, aseguró: «Cuando mire atrás en este viaje, una de las cosas de las que me sentiré más orgulloso es de haber proporcionado una segunda oportunidad a estos animales que se lo merecen. Sé que he cambiado el curso de sus vidas. Y su impacto en mí ha sido inconmensurable».
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