«Dios tenía un plan»: El perro que nadie quería salva a un adolescentes de un derrame cerebral

Por The Epoch Times
06 de junio de 2024 7:58 PM Actualizado: 06 de junio de 2024 8:05 PM

Esta historia hay que contarla desde el principio, porque es como un cuento de esos que se quedan grabados para siempre, solo que este es real. Un adelanto: un peludo guardián marcó la diferencia entre la vida y una tragedia irreparable.

Nuestro protagonista es Gabriel Tanner, un apuesto chico de 17 años cuya juventud y sueños se vieron amenazados una madrugada de agosto de 2023.

Gabriel con Axel. (Cortesía de Amanda Tanner)

Como cualquier adolescente, Gabriel solía tener migrañas. Pero esa vez algo fue diferente: no solo cayó al suelo tras un extraño ataque, sino que perdió la fuerza en un brazo. «No sentía dolor ni nada», recordó Gabriel en comunicación con The Epoch Times.

Desorientado, el joven volvió a la cama convencido de que le contaría a sus padres al día siguiente. Grave error. Porque lo que Gabriel no sabía es que había sufrido un devastador derrame cerebral que, de no ser atendido a tiempo, podría haberlo dejado paralítico o privado del habla de por vida.

Por suerte para Gabriel, había un ángel guardián de cuatro patas velando su sueño esa noche. Axel, un adorable border collie de apenas un año, captó las señales de que algo andaba terriblemente mal. Tan mal, que no dudó en interrumpir el descanso de los padres con insistentes patadas y lloriqueos hasta que lograra su cometido.

Gabriel en la planta de neurología del hospital Memorial Hermann de Texas. (Cortesía de Amanda Tanner)

«Se empeñó en tocarme y ponerme las dos patas en el pecho para asegurarse de que estaba despierta», contó conmovida Amanda Tanner, la mamá de Gabriel. Fue entonces que el can guio al papá Daines al umbral de la habitación del chico. Lo que vio, heló su sangre:

Cuando Gabriel lo escuchó, se acercó a la puerta e intentó hablar con su padre. Balbuceaba algo. El Sr. Tanner le pidió a su hijo que lo agarre con las manos para ver si podía mantener la misma fuerza en ambas… rápidamente supo que había un problema.

«Ni siquiera sabía que estaba arrastrando las palabras, y no podía sentir mi brazo después de haber caído», dijo Gabriel.

La Sra. Tanner dijo que en ese momento su marido supo que «algo iba muy mal» porque no podía levantarlo, «no conseguía agarrarlo bien».

Para los Tanner no hubo más dudas: su hijo estaba sufriendo un derrame cerebral fulminante. Gracias al oportuno ladrido de Axel y a su rápida reacción, Gabriel fue trasladado de inmediato al hospital donde los médicos pudieron confirmar la terrible noticia: una disección arterial le había provocado un ictus.

«Cuanto más tiempo pasara sin tomar un anticoagulante, el ictus habría sido cada vez peor», advirtió su neurocirujano el Dr. Sabih Effendi. De no ser por la lealtad de ese perrito, la vida del atleta quedaría truncada para siempre.

Los amigos de Gabriel de la iglesia rezando con él en el Memorial Hermann. (Cortesía de Amanda Tanner)

Lo que siguió fue una intensa batalla por recuperar las habilidades más básicas que Gabriel había perdido: caminar, comer, incluso atarse los zapatos. Una dura prueba para la fortaleza del muchacho y su familia, que sin embargo lograron sobreponerse gracias a su fe inquebrantable.

«Estamos mucho más juntos», admite hoy Gabriel con su confidente peludo siempre a su lado. «Axel siempre está en mi cama». ¿Y cómo no estarlo? Si este lomito fue la luz que los guio fuera de las tinieblas en su hora más oscura.

Para la madre de Gabriel, lo vivido fue una verdadera señal divina: «Dios tenía un plan. A veces perdemos la sensibilidad que Él nos dio». Porque solo un milagro puede explicar que un animalito tan lindo y leal como Axel fuera capaz de interpretar las señales de peligro que los humanos no logramos ver.

Gabriel y Axel. (Cortesía de Amanda Tanner)

En un gesto lleno de simbolismo, la familia celebró el bautismo de Gabriel y dos de sus hermanos apenas una semana después del incidente. Una forma de agradecer y sellar un nuevo renacer tras las zozobras que los acecharon.

Desde aquel dramático episodio, los Tanner han forjado un vínculo inquebrantable con su compañero canino. Y no es para menos: Axel probó ser mucho más que una simple mascota; se convirtió en su héroe de cuatro patas, su verdadero ángel guardián.

Axel fue encontrado cuando era un cachorro, junto a sus hermanos, tras la muerte de su madre. Era el «rechazado», el que nadie quería, y los Tanner se enamoraron después de conocerlo en Make A Stand Bully Rescue en Houston en 2022.

«Era el perro feliz», dijo la señora Tanner. «Siempre ha sido muy intuitivo, sabe que tiene que cuidar de la familia. Tenemos una piscina en el patio trasero; si ve que los niños gritan demasiado en la piscina, salta para intentar sacarlos. Pero nunca supimos hasta qué punto».

Gabriel con sus padres en el jardín de curación del Memorial Hermann. (Cortesía de Amanda Tanner)

En una última actualización de Facebook, la señora Moraes celebró la graduación de Gabriel el 1 de junio, y lo hizo con un sentido mensaje:

«Tiene casi 18 años y se gradúa de secundaria.
¡Qué viaje ha sido y hoy te celebramos Gabriel Moraes Desde el COVID cerrando el mundo; a un año de tu derrame cerebral cambiando tu vida y la nuestra en tu último año, pero nada te detiene.
¡Eres amado por tu familia y Dios!
¡Eres bendecido sin medida!
¡Tienes un futuro brillante por delante!
Rezo por las bendiciones y protección continuas de Dios mientras nos centramos en las próximas etapas de tu vida».


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