Mientras que predecir el tiempo siempre ha sido un asunto delicado, hoy en día es aún más difícil para cualquiera decir lo que sucederá después.
Aunque muchos observadores del tiempo predicen que 2019 será uno de los años con las temperaturas más altas de la historia, ya se confirmó que el periodo 2014-2018 fue el más caluroso de todos los tiempos en los últimos 139 años, según la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). Si bien esto puede parecer abstracto, es demasiado real para los agricultores cuyos animales se encuentran en situaciones de vida o muerte, donde el agua está comprometida.
Recientemente, las fotos del ganado de la granjera Amber Lea en el estado de Nueva Gales del Sur, en Australia, llamaron la atención del mundo. Este es un lugar donde el agua suele ser escasa y de gran demanda. Es el hogar de la metrópoli más grande del país, Sydney, y también un lugar principal para la industria y la ganadería australiana. El estado tuvo su año más seco en 160 años, ¡medido de primavera a primavera!
Los agricultores son los más afectados por la sequía, ya que repercute directamente en sus medios de subsistencia. Aunque los embalses que proporcionan agua a la población de Sydney, de más de 5 millones de personas, están en el nivel más bajo registrado cerca de la mitad de la población no creía que la ciudad estuviera en situación de sequía, según una encuesta de la SBS.
Para transmitir el mensaje, el verano pasado Amber publicó 10 fotos, una cada día, en la página de Facebook Burrabogie Livestock and Contracting
Las imágenes que publicó dicen más que mil palabras, mostraban a las vacas afectadas en un paisaje reseco.
Con la ayuda de un dron para mostrar al ganado que se reúne alrededor de los escasos puntos de agua que quedan, las imágenes son crudas y desgarradoras. Como Amber le dijo a The Mercury, tenía más de 1300 vacas que alimentar y regar en una parte increíble y remota del estado.
«No había suministro… a menudo teníamos que conducir de 50 a 70 kilómetros para conseguir agua para ellos». Todos los puntos habituales en los que podían confiar, como los tanques o estanques, desaparecieron. «Los puntos de riego o los abrevaderos asignados eran demasiado bajos… los molinos dejaron de bombear». En una situación tan desesperada, las vacas acudieron en masa a cualquier lugar donde tal vez habría agua.
Tal vez la imagen más llamativa muestra un gran camión cisterna con agua que llega a un rancho, solo para ser rodeado por vacas sedientas.
Las vacas se agrupan en un gigantesco círculo giratorio, se empujan en busca de posición mientras se esfuerzan por llegar lo más cerca posible del agua que da vida. Para entregas como esta, Amber a menudo tiene que conducir más de una hora de ida y vuelta.
El video tocó fibras sensibles de los observadores de todo el mundo y fue muy compartido en Facebook.
Por desgracia, el sol abrasador de Australia, junto con la sequía, afectó de manera negativa a la fauna silvestre, incluida la icónica población de canguros de Australia, que llega a las granjas y ranchos en busca de pasto y agua. Esta competencia significa que se permitió a los agricultores cazar más de lo habitual para mantener a la población bajo control.
En mayo de 2019, Nueva Gales del Sur por fin recibió la lluvia que tanto necesitaba, pero está claro que ese estado sigue enfrentándose a una grave crisis. El ex vice primer ministro Barnaby Joyce se conectó a Twitter para informar a la gente de la gravedad del problema. «Ahora incluso Sydney enfrenta restricciones de agua. Construye más represas o reemplaza el pasto con grava».
Mientras tanto, gracias a la gente común y corriente como Amber, los australianos se dan cuenta a lo que se enfrentan y como les afecta a todos ellos.
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