La entrega del tradicional Árbol de Navidad del Rockefeller Center de este año llegó con una sorpresa inusual, al descubrir que un pequeño búho se había escondido en el camino.
El pequeño búho fue descubierto aferrado al árbol por trabajadores que ayudaban a transportar el pino silvestre de 75 pies a 170 millas de Oneonta, Nueva York, a Manhattan, reportó Today.
Después de ser rescatado, el búho está recibiendo los cuidados necesarios en el Ravensbeard Wildlife Center en Saugerties, Nueva York. Como era de esperar, le dieron el nombre de Rockefeller.
«Llevamos 20 años trabajando y nunca había visto nada como esto», dijo Helen Kalish, directora y fundadora del centro de vida silvestre, a la NBC.
«La esposa de la persona que encontró el búho estaba llamando para tratar de conseguir ayuda para este pequeño. Él vio estos ojitos que lo miraban y metió la mano y lo agarró. No se fue volando, así que no estaba seguro de si estaba herido».
El Centro de Vida Silvestre Ravensbeard publicó la historia en Facebook el 17 de noviembre.
El árbol se tomó de Oneonta, ubicado al norte del estado de Nueva York, a 80 millas al suroeste de Albany y 170 millas al norte de la ciudad de Nueva York. Kalish adivina que el búho quedó atrapado y no pudo volar cuando ataron las ramas para transportarlo.
«Con toda la conmoción, dudo mucho que haya volado», dijo. «Lo que sospecho es que estaba en el árbol cuando lo cortaron y probablemente quedó atrapado cuando envolvieron el árbol en algunas de las ramas».
El pequeño polizón se las arregló para hacer el viaje de tres días a la ciudad y lo encontraron solo cuando liberaron las ramas.
Kalish añadió: «Ellos son muy resistentes. Fue un milagro que no lo aplastaran. Que haya hecho el viaje con vida (…) despertando en la ciudad de Nueva York con cientos de personas alrededor (…) Son criaturas muy tranquilas y tímidas y extremadamente nocturnas y raramente vistas».
Tras el descubrimiento, se pensó inicialmente que el pequeño búho era un bebé, pero los bebés nacen en la primavera, por lo que no tuvo sentido.
De hecho, a pesar de su diminuto tamaño, Rockefeller en realidad ha crecido mucho. Los búhos serrucho son los más pequeños del noreste de Estados Unidos, dijo Kalish, y generalmente no superan los 17 o 21 centímetros de altura.
Después que el polizón emplumado fue entregado a Kalish y trasladado al centro de vida silvestre, su equipo comenzó a darle líquido y «todos los ratones que comerá». Rockefeller no había comido ni bebido nada durante su viaje de tres días por carretera.
También llevaron a Rockefeller al veterinario para un chequeo y algunas radiografías, pero Kalish dijo que parece estar en una gran condición considerando su semana de aventuras.
«Hasta ahora, está pensativo y cauteloso. Muy alerta, con ojos brillantes», dijo. «Y el factor de lindura está fuera de lo normal».
En cuanto se confirme que Rockefeller goza de una buena salud, Kalish y el equipo de Ravensbeard lo liberarán de nuevo en la naturaleza, de acuerdo con la perspectiva del centro.
Hay alrededor de 2 millones de búhos serrucho en Estados Unidos, dijo, así que Rockefeller estará bien incluso si no hace todo el camino de regreso a Oneonta. «Encuentran una nueva pareja cada año y siguen con sus vidas», dijo.
El año 2020 ha estado lleno de malas noticias, por lo que el rescate de este pequeño búho «era una historia que se debía compartir», añadió.
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