Encuentran flotando gatito ciego en la bahía de Tampa, los vecinos lo salvan para que «viva como rey»

Era una tarde aparentemente tranquila en la bahía de Tampa, lo que nadie sabía es que un épico acontecimiento cambiaría para siempre la vida de sus residentes.

Lindsay Buchanan, una vecina de Tampa, un estuario natural del golfo de México tuvo una experiencia memorable. Todo comenzó cuando, gracias a sus prismáticos, vio «dos pequeños triángulos» flotando en la bahía.

«Mi vecina había estado observando al gato nadar sin rumbo, arrastrado por la corriente, mientras los pájaros volaban en círculos y en picado», le dijo Buchanan a The Epoch Times.

Buchanan rápidamente alertó a su familia sobre la angustiosa situación del gato luchando por su vida en el agua. Justo cuando su hermana estaba por lanzarse a rescatarlo, apareció un vecino con una tabla de paddle surf y una escalera, dispuesto a ayudar.

La bahía de Tampa es un lugar peligroso, rodeado por un dique de hormigón sin vallar. «Un par de semanas antes, [el vecino] y yo habíamos hablado del peligro del dique y de cómo los animales y las personas no tendrían forma de salir si se caían», sostuvo Buchanan. «Y esa conversación le había inspirado para comprar la escalera».

En un acto heroico, el vecino remó hasta el gato exhausto mientras Buchanan lo observaba con los prismáticos por si se hundía. «Finalmente llegó allí, tomó al gato y lo colocó en la tabla de remo. No tuvo que meterlo en el contenedor; el gato no se resistió. Estaba exhausto y no paró de maullar durante todo el trayecto hasta el malecón. Todos nos sentimos aliviados y agradecidos de que se salvara».

Pero la odisea del gato, al que Buchanan bautizó como «Baby», no había terminado. Pronto se dieron cuenta de que chocaba con objetos y tenía una gran herida infectada en el lomo. En el veterinario, descubrieron que era un macho ciego y grande, no una hembra embarazada como habían creído inicialmente.

«Me han dicho que es probable que naciera ciego o que se quedara ciego a una edad temprana, así que no se puede hacer nada», lamentó Buchanan sobre la visión de Baby.

Las pruebas revelaron que Baby había contraído una bacteria carnívora del agua. «Si no se trataba, la bacteria lo mataría, así que no tuvimos elección», afirmó Buchanan. El tratamiento fue duro, con semanas de medicamentos y operaciones con láser. A veces, Buchanan pensó que no sobreviviría, pero Baby lo logró.

Ahora, enfrentaba un nuevo reto: vivir ciego en su nuevo hogar. Pero Baby es tan capaz e independiente como otros gatos, asegura Buchanan. «Utilizo señales auditivas para comunicarme con él, y él conoce ciertas palabras», explica. Da golpecitos en el suelo para ayudarle a localizar comida u objetos, y emite diferentes sonidos con los dedos para indicarle si le está dando de comer o acariciando.

«Doy golpecitos en el borde del sofá o en el suelo para que pueda calcular las distancias antes de saltar», detalla Buchanan. «Si duda, le diré: ‘¿Te ayudo?’. El lenguaje corporal de Baby indica si quiere que lo suban o lo bajen, o si quiere hacerlo él mismo. Esto último suele ser lo más frecuente».

A pesar de sus desventuras, Baby es feliz en su nuevo hogar. «¡Baby está muy bien!», aseguró Buchanan. «Hemos tenido más gatos a lo largo de los años, y todos le consideran el líder de la manada. Les encanta acurrucarse con él, lo cual es gracioso de ver teniendo en cuenta que es un poco estoico y gruñón, pero parece que él también lo disfruta».

Buchanan buscó a los dueños de Baby, pero sin éxito. Así que se ha instalado en su nuevo hogar para siempre, donde admite que le tratan «como a un rey». «No tenía intención de tener mascotas en ese momento, pero cuando quedó claro que no había un hogar cariñoso al que devolverlo, ¡no pude resistirme a convertirlo en un miembro de mi familia!».

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