Lindsy Metz tuvo solo 30 minutos para evacuar su casa en Magalia, California, cuando se acercaba el devastador incendio Camp Fire en noviembre de 2018. Ella reunió a sus hijos, lss pertenencias vitales y sus mascotas, a excepción de una: su gato negro Artemis.
«Estaba justo al lado de la puerta», explicó Lindsy a ABC 7. «Me acerqué a él demasiado rápido, y se escapó».
La familia no tuvo más remedio que irse sin Artemis. Trágicamente, las llamas destruyeron su casa, y Lindsy se vio forzada a pensar en la posibilidad de que Artemis, de 8 años, hubiera muerto en el incendio. Describió las consecuencias de la pérdida como «devastadoras».
«Fui y vi todas las fotos de gatos», recordó. «Llamaba a cada gato negro».
Atormentada en su esperanza de que Artemis pudiera seguir ahí fuera, Lindsy no podía dejarlo ir. Finalmente, sus hijos le pidieron que siguiera adelante.
Sin embargo, 23 meses después que la familia Metz perdió su casa y se presumiera que Artemis estaba muerto, el instinto de Lindsy se despertó por un posteo en Facebook. Un amigo compartió fotos de un gato negro callejero el 18 de septiembre que se parecía extrañamente a la mascota perdida de Lindsy.
El amigo envió un video para ayudar a Lindsy a identificar al gato, y el inconfundible sonido del maullido de su gato generó un reconocimiento instantáneo.
Era Artemis.
El hijo mayor de Lindsy tuvo el mismo sentimiento —»Se le abrieron los ojos», dijo— así que la familia se subió al auto en busca de su gato.
It has been a year and 10 months and 21 days since the camp fire.. if you went through that fire.. you too have probably…
Posted by Lindsy Metz on Monday, September 21, 2020
Artemis estaba un poco flaco y tenía una infección respiratoria, pero estaba a salvo, y estaba vivo. Después de huir de las llamas, el industrioso gato encontró refugio y sustento a pocos kilómetros de su casa.
El 22 de septiembre, Lindsy compartió el extraordinario reencuentro en Facebook. «Busqué por meses para encontrar a mi gatito (…) con toda la esperanza que cada vez fue disminuyendo a medida que pasaba el tiempo, una parte de mí se perdió desde ese día, pero nunca dejé de buscar», escribió.
«No sé cómo sucedió esto o qué ángulos [sic] lo trajeron de regreso conmigo, pero mi corazón está absolutamente completo al tenerlo de vuelta (…) Los milagros suceden».
La familia Metz también planea regresar a su casa en Magalia cuando esté completamente reconstruida.
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