El fotógrafo de Alaska nunca había visto nada igual. Cuando empezó la acción, dejó la cámara, tomó la de vídeo y empezó a grabar.
La escena era la de un oso negro hambriento a la caza de un par de crías gemelas de alce; lo único que se interponía entre el oso y su comida era una enorme y tambaleante madre alce, con los nervios de punta.
Todo esto ocurrió ante los ojos del fotógrafo Cody Brock y compañía a principios de primavera cerca de Anchorage.
«¡Santo cielo!» resume bastante bien lo que pasaba por la mente del Sr. Brock.
«Fue muy emocionante», dijo Brock, de 46 años, a The Epoch Times. «Fue bastante aterrador. En un momento creímos que nos iban a arrollar un alce y un oso».
Esta secuencia llena de acción de una familia de alces enfrentándose a un hambriento oso negro fue captada en uno de los grandes espacios verdes de Anchorage, con más de 4000 acres.
Fue alrededor del 16 de mayo. «Estaba empezando a buscar crías de alce», dijo el Sr. Brock. «Mi amigo me llamó y me dijo: ‘Oye, tenemos una mamá con un bebé por aquí cerca de tu casa'».
El Sr. Brock condujo hasta allí con su prometida, Jenny, y empezaron a fotografiar junto a la carretera.
Al poco rato, Jenny gritó: «¡Oso!» y por detrás de ellos apareció de repente el hambriento animal.
«Había un oso cruzando la calle y yendo directamente, en dirección B hacia las crías», dijo el Sr. Brock. «Muchas crías de alce son devoradas por osos, pero… no se graba muy a menudo».
Sin embargo, la corpulenta madre alce tampoco se dejó intimidar. Dio una patada amenazadora y cargó ferozmente contra el oso. El oso negro retrocedió, corriendo y trepando a los árboles, pero, como estaba hambriento, persistió en su empeño de comer.
«Era un oso muy hambriento», dijo Brock.
«Grabamos unos 15 minutos de idas y venidas entre la madre y el oso protegiendo a sus crías», explica Brock, que lleva unos 15 años fotografiando la vida salvaje y dirige su propia galería, Kiss a Moose, en el centro de Anchorage. «Por suerte, las crías sobrevivieron».
Al Sr. Brock le pareció «bastante interesante» ver cómo cazan los osos: persiguiendo a sus presas, trepando a los árboles, etc.
Fue «muy interesante», pero también «bastante aterrador», dijo. «En un momento dado, ese oso trepó, corrió y se subió a un árbol a menos de cinco metros delante de nosotros».
Fue a principios de primavera, cuando no hay mucha comida para estos grandes omnívoros. Los osos que despiertan de la hibernación están muy hambrientos y buscan cualquier cosa que puedan encontrar. Los osos negros suelen alimentarse de fruta, frutos secos, miel, pescado e incluso insectos, según Maine.gov.
«Yo fotografío osos en esa zona y, por lo general, solo comen hierba. Han comido flores y cosas así», dijo el Sr. Brock. «Nunca he visto a un oso perseguir a crías de alce. Es bastante raro».
Mostró el vídeo a unos amigos biólogos que trabajan en el programa de observación de osos del Santuario Estatal de Caza de McNeil River. Les interesó mucho y no habían visto nada igual antes.
«He oído que la mitad de las crías de alce no superan las ocho primeras semanas de vida por culpa de los osos», explica Brock. «No sé si es una estadística exacta».
Los alces son los cérvidos más grandes de Norteamérica. Las hembras adultas como ésta pueden pesar fácilmente más de 364 kilogramos (800 libras) e incluso hasta 591 kilogramos (1300 libras), según el Departamento de Caza y Pesca de Alaska.
Brock también compartió el video en las redes sociales, donde recibió miles de visitas.
El video del encuentro entre un oso negro «muy hambriento», una madre alce y sus dos crías gemelas, el 16 de mayo. (Crédito del vídeo: ViralHog)
Este fotógrafo de Anchorage quiere llegar a un público más amplio con su video y transmitir un mensaje al público en general a la hora de disfrutar de la vida salvaje, especialmente en Alaska: «¡Cuidado!».
«Ten cuidado con lo que te rodea. Ese oso vino por detrás», dice, y añade que en Alaska hay muchos animales «que pueden matarte».
«Siempre hay que hacer algo de ruido y darles un poco de ventaja, por si quieren apartarse de tu camino, y por lo general ellos quieren apartarse de tu camino».
«Cuando estás en Alaska, en cualquier momento, las cosas se pueden poner interesantes».
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