Un ex soldado de infantería casado y padre de dos hijos comparte algunos de sus mejores consejos de supervivencia para las familias en caso de catástrofe grave o localizada y afirma que la preparación es posible para todos.
Michael Major, de 42 años, trabaja actualmente como gerente en una empresa de fabricación en la zona de Greater Vancouver (Columbia Británica, Canadá), donde nació y creció. Experto en bricolaje, con conocimientos de construcción, soldadura, mecanizado, electricidad, carpintería y reformas domésticas, se alistó en el ejército en 1998 como reservista y sirvió siete años, donde aprendió cómo sus habilidades podían ponerse al servicio de la preparación para la supervivencia.
«En el año 2000, me ofrecí voluntario para ir a Bosnia como pacificador, y estuve allí hasta 2001», declaró Major a The Epoch Times. «Lo que más me impactó fue ver las secuelas de una guerra… la destrucción, la devastación. Puedes observar a la gente intentando sobrevivir después. Eso me enseñó lo que sería un escenario postapocalíptico, o si se produjera un colapso social, un apagón, un desastre natural».
El «tejido social se deshizo» en Bosnia tras la guerra civil, afirma Major. Diferentes grupos étnicos lucharon entre sí por el poder y los recursos en ausencia de un Estado de derecho.
«Es algo que podría ocurrir con cualquier tipo de desastre», dijo. «Cuando estuve allí, en algunas zonas, la electricidad era probablemente el mayor problema. Muchas zonas aún no tenían electricidad… vivíamos como hace 100 años».
Tras dejar el ejército, Major consiguió un empleo en una empresa que construye piezas de precisión para Boeing, y empezó a escribir para el sitio web Ask a Prepper, compartiendo sus mejores consejos de supervivencia en el extranjero y viviendo sin conexión a la red eléctrica con su familia. Al cabo de un tiempo, el sitio web le propuso un libro: «Proyectos de supervivencia sin red eléctrica». Dijo que sí.
«Me presentaron una lista de productos o proyectos, y yo solo seleccioné los que podía hacer. Los hacía además de mi trabajo diario», explica. «Escribía el capítulo, hacía las fotos y los vídeos, construía los proyectos y pasaba al siguiente. El libro me llevó casi un año entero».
Entre los proyectos de Major para la supervivencia en situaciones de crisis y la vida fuera de la red hay un generador hidroeléctrico, un invernadero y un huerto mural colgante para cultivar alimentos, preparar comidas, un sistema de paneles solares, un sistema de captación de agua, una lavadora fuera de la red y trampas para animales.
Para sobrevivir una semana en una crisis, Major afirma que lo «número uno» es el agua.
«Necesitas 3,7 litros de agua por persona y día, incluidas las mascotas», explica. «Yo tengo una familia de cuatro miembros y mascotas, lo que supone 18,9 litros de agua al día… multiplíquelo por siete durante una semana, son 132 litros. En el libro, muestro cómo hacer un bidón de 208 litros [55 galones] y cómo limpiarlo y desinfectarlo.
«La energía es sin duda otra preocupación», afirma. «Necesitas algún tipo de energía fuera de la red, aunque solo sea un dispositivo cargado para hacer funcionar la radio, cargar baterías, encender algunas luces y mantener la nevera en marcha».
El libro de Major también incluye recetas de dos antiguos alimentos de supervivencia que pueden prepararse y almacenarse a largo plazo: el hardtack y el pemmican.
Dice: «El pemmican es básicamente carne pulverizada mezclada con sebo o manteca de cerdo, se añaden algunas bayas y se forma una especie de masa de carne y grasa. Eso puede mantenerte durante bastante tiempo. Hardtack es básicamente una galleta gruesa que se ha cocinado u horneado hasta el punto en que no hay humedad en ella; debido a que no hay humedad, no va a pudrirse. Tengo una galleta que hice hace diez años y sigue exactamente igual».
Aunque los consejos, proyectos y recetas de Major son aplicables a la vida fuera de la red, el ex soldado de infantería también cree que el mundo debería estar preparado para las secuelas de una detonación nuclear a gran altitud o una eyección de masa coronal del sol, cualquiera de las cuales podría enviar ondas de choque que apagarían la red eléctrica por completo.
Ya ha ocurrido, afirma Major, citando el suceso Carrington de 1859, la tormenta geomagnética más intensa de la historia, que perturbó el sistema telegráfico de Estados Unidos.
«Además, el ciberterrorismo es una gran amenaza, ya que puede acabar fácilmente con la red eléctrica de todo un país», afirma Major. «Cuando se cae la red eléctrica, se cae todo. Perdemos el sistema bancario, perdemos todos nuestros métodos de comunicación, no hay ruedas, refrigeración… eso es básicamente lo peor que nos podría pasar».
Major, que también comparte consejos en su página de Instagram, cree en su libro como «una guía impresa» de supervivencia que no depende de la electricidad ni de Internet.
«En caso de que se produzca una caída masiva de la red, o incluso desastres localizados, en los que estemos aislados de la ayuda… Probablemente se pueda improvisar un sistema de recogida de agua de lluvia con un poco de ingenio, o se pueden hacer filtros de agua, se puede improvisar un jardín de hierbas», dijo. «Es una guía bastante completa sobre cómo prepararse para vivir sin conexión a la red».
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