Una perrita con una fuerte infección en la piel y otros problemas de salud fue encontrada vagando en las calles de Colombia a mediados del año pasado. Gracias a una joven que se interesó en ella y le comenzó a llevar comida, el animalito vivió una transformación y hoy está irreconocible.
Como una flor marchita «ahogada en un suspiro», es como Marianna Gutierrez Camacho encontró a una débil perrita en las calles de Boyacá, Colombia.
Gutierrez, de 25 años, es propietaria del refugio de animales «Llenando Barriguitas», que tiene una historia de 4 años realizando jornadas de alimentación y salvando vidas, describe en su página de Instagram.
«La primera vez que la vi fue en julio de 2021 y desde que la vi me enamoré de ella», explicó la joven. «Como no podía rescatarla porque tenía demasiados perritos y casos en ese momento, le llevaba comida TODOS LOS DÍAS».
La joven trabaja en barrios vulnerables y en aquel momento atendía una zona particularmente peligrosa con «problemas con la seguridad, microtráfico y evidentemente un problema con los animales», explicó.
El día que Gutierrez por fin rescataría a Flor, como fue llamada la peludita, Gutierrez encontró otro cachorrito «quejándose muchísimo y vomitando» debido a que tenía parvoviros, un virus que normalmente ataca el tracto intestinal canino.
«Y otra vez se aplazó de lo Flor», agregó la rescatista, quien luego se enfermó y tuvo que aplazar nuevamente el rescate.
Finalmente, Gutierrez pudo recoger a la cachorrita el 2 de septiembre, pero el proceso para su recuperación fue muy difícil.
«Su piel era el reflejo de cómo estaba por dentro», recordó la rescatista, y añadió que su estado era tan grave que necesitó una transfusión y su pronóstico era reservado.
El can fue sometido a un raspado cutáneo, una técnica levemente invasiva que sirve para localizar la presencia de patógenos cutáneos en lo profundo de la piel. El resultado arrojó que tenía bacterias, hongos y ácaros, además de parásitos intestinales, hemoparásitos e infecciones.
Después de 8 meses de cuidados y mucho cariño y atención, Flor es una peluda que casi está recuperada. Pasó de ser una Flor marchita a una con todos sus pétalos.
Sin embargo, Gutierrez continúa monitoreando su estado de salud y emocional, ya que la perrita tiene brotes de daño en su piel si llega a estresarse.
En un hilo de Twitter, la rescatista compartió la letra de una canción de Marc Anthony que refleja la dramática historia de la peluda:
Hallé una flor. Un día en el camino. Que apareció marchita y deshojada. Ya casi pálida, ahogada en un suspiro Me la llevé a mi jardín para cuidarla. Aquella flor de pétalos dormidos. A la que cuido hoy con todo el alma. Recuperó el color que había perdido. Porque encontró un cuidador que la regara. Le fui poniendo un poquito de amor. La fui abrigando en mi alma. De aquella flor hoy el dueño soy yo. Y he prometido cuidarla. Para que nadie le robe el color. Para que nunca se vaya».
«Tu historia en una canción, mi flor», agregó Gutierrez.
¡Felicidades por tu nueva oportunidad de vida!
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