Los orangutanes suelen huir de las extensiones de agua; sin embargo, a lo largo del río Sekoyner, en Indonesia, el galardonado fotógrafo de la naturaleza Jayaprakash Bojan logró tomar algunas fotos de un orangután macho que actuaba fuera de lo común. El simio desafió al agua para tener la oportunidad de lavarse, como un humano se bañaría, un comportamiento algo extraño para un primate.
Bojan dijo a Caters News que estaba en el Parque Nacional Tanjung Puting, que es el hogar de un centro de rehabilitación de orangutanes, cuando vio al orangután macho en una posición muy rara.
«Estaba en el parque nacional cuando vi a este enorme orangután macho metiéndose en el río para llegar al otro lado», explicó Bojan.
«Esto fue muy especial y único porque los orangutanes son generalmente muy tímidos con el agua y desconfían de los depredadores como los cocodrilos y los caimanes, históricamente documentados solo unas pocas veces», añadió. «En un momento dado, descansó en el río con una mano sosteniendo una rama de árbol y parecía que se estaba bañando o duchando.
«¡Parecía como si estuviera disfrutando de estar en el río con el agua hasta la cintura!».
Las fotos fueron en parte un hallazgo afortunado para Bojan, pero el viaje que el fotógrafo de naturaleza hizo para llegar al lugar donde logró capturar las imágenes también requirió mucho trabajo por su cuenta.
«Mientras hablábamos con los guardas forestales de los alrededores del parque, nos dijeron que uno de ellos había visto un orangután cruzando ocasionalmente un río en una parte remota del río Sekoyner», reveló.
Así que Bojan empacó su cámara y se subió a una pequeña lancha rápida y luego viajó durante tres horas a través de las partes estrechas del río hasta el lugar remoto donde los guardabosques habían reportado haber visto al primate. Allí, esperó otros dos días antes que su amigo primate finalmente decidiera cruzar las aguas y le dio a Bojan algunas imágenes increíbles de su vida.
«Fue increíble verlo espiar desde detrás del árbol para ver si todavía estaba allí. Afortunadamente, estaba detrás de un enorme tronco de árbol y no lo asusté», comentó Bojan. «Después de un rato, parecía mucho más cómodo con mi presencia y continuó el paseo por el río con las manos arriba».
Bojan reveló que estaba un poco nervioso de que el orangután estuviera en peligro, ya que se sabe que los cocodrilos de agua dulce frecuentan las aguas por las que cruza. Pero afortunadamente, logró cruzar con seguridad y tuvo la oportunidad de lavarse un poco.
Estas fotos son solo una muestra del increíble trabajo que Bojan ha hecho. Centrándose principalmente en la difícil situación del orangután, fue nombrado el fotógrafo del año de National Geographic en 2017 después de dar el salto de simplemente tomar fotos como hobby a convertirlo en su profesión a tiempo completo.
Aunque son fascinantes y un poco divertidos a veces, Bojan explicó que son más que un breve entretenimiento. También muestran cómo los primates han sido impactados por la destrucción de su hábitat, particularmente como resultado de la producción de aceite de palma.
«Las imágenes reflejan la tristeza, la empatía y la impotencia de estos animales», admitió. «Va contra sus instintos hacerlo. La suposición aquí es que o bien lo han aprendido observando a los humanos o es algo que tuvieron que hacer para sobrevivir en el cambiante paisaje debido a la pérdida de hábitat por el cultivo de aceite de palma».
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