Una asombrosa gatica callejera, que fue sometida a una amputación de urgencia de una pata y dio a luz a una camada de cuatro, cautivó a sus rescatistas cuando adoptó a dos gatitos huérfanos que necesitaban urgentemente los cuidados de una madre.
Yuki, que se está recuperando bajo el cuidado del Santuario de Mascotas Safe Haven de Wisconsin, también le ha dado a dos gatitos una nueva oportunidad de vivir.
«Mamá Yuki solo tiene dos años», dijo la fundadora y directora ejecutiva de Safe Haven, Elizabeth Feldhausen, a The Epoch Times. «Llegó a nosotros después de haber sido atacada por un perro y necesitaba una amputación de urgencia; el perro le había agarrado la pata trasera y tenía múltiples fracturas».
Sin embargo, unos días después de la operación, Elizabeth, de 30 años, dijo que empezaron a notar que Yuki estaba aumentando mucho de peso y que sus pezones estaban creciendo.
«Era callejera antes que el perro la mordiera, y probablemente estaba preñada», añadió Elizabeth.
El veterinario del santuario, el Dr. Basten, evaluó a Yuki y confirmó que tenía crías en camino. Yuki dio a luz a cuatro gatitos sanos y, dos días después, llegó un gatito llamado Bubba.
«La madre [de Bubba], una gatita silvestre, lo abandonó cuando la asustaron los perros», explicó Elizabeth. «Trasladó a todos los gatitos de su camada, uno por uno, a un lugar desconocido, pero nunca regresó por él».
Aunque estaba hambriento, el pequeño gatito negro, que tenía la misma edad que la camada de Yuki, no quería agarrarse a un pezón artificial. A Elizabeth se le ocurrió entonces una brillante idea.
«Le pedí a Yuki que le ayudara y lo puse cerca de ella para que encontrara un pezón», recuerda. «Lo olfateó, lo arrulló y lo consoló mientras comía. Poco después, le vació la vejiga y se quedó dormido en una pila con todos sus nuevos hermanos, ¡muy contento!».
A Yuki no le importó que Bubba no fuera suyo, dijo Elizabeth. Simplemente vio a un bebé necesitado e hizo lo que pudo para ayudarlo.
Bubba —que estaba débil, desvanecido y rechazaba la comida de un pezón artificial— empezó a mejorar, dando un giro de 180 grados. Al mismo tiempo, otro gatito blanco neonatal de 3 semanas con una historia desgarradora llegó a las instalaciones del santuario. El gatito fue encontrado solo en un montón de chatarra en Georgia Pacific, una enorme empresa de papel. Estaba en buen estado, pero tenía un corte en el trasero causado por el montón de chatarra.
Los empleados le llamaron Scraps y se preguntaban si mamá Yuki haría su magia, una vez más, con él.
«Cuando lo vio, se preocupó», dijo Elizabeth. «Oyó sus gritos, lo olfateó un par de veces e inmediatamente empezó a consolarlo bañándolo. Poco después, lo abrazó para que recibiera un poco de leche y lo acurrucó con el resto de sus bebés».
Al convertirse en madre, dijo Elizabeth, Yuki parece haber encontrado su propósito.
El santuario publicó en Facebook imágenes conmovedoras del primer encuentro entre Scraps y Yuki, que obtuvieron decenas de miles de visitas.
En el momento de escribir este artículo, Yuki y sus seis gatitos «están estupendamente». Todos los gatitos están unidos a su madre de forma segura (Scraps es especialmente pegajoso, mientras que Bubba es confiado y juguetón) y siguen acurrucándose juntos.
Elizabeth describió a Yuki a The Epoch Times como una madre maravillosa que «ama a sus bebés con todo su corazón». Se pasa el tiempo acurrucándose con ellos o vigilándolos de cerca desde su árbol para gatos, y de vez en cuando se toma «descansos de madre» para pasear por el santuario.
La disposición de acoger a los dos bebés huérfanos le recuerda a Elizabeth todo lo bueno que los animales aportan a este mundo.
«Incluso después de todos los traumas recientes por los que ha pasado Yuki, eligió el amor», explicó, y añadió: «Si tuviera que elegir un sentimiento, diría que me siento agradecida con Yuki por mostrarnos a los humanos cómo deben hacerse las cosas. En Safe Haven decimos, ‘Sé amable con todo lo que vive’, y esto ciertamente es así para ella».
Elizabeth, que también es copropietaria de Pawffee Shop Cat Café, creció en New Franken, Wisconsin, y ahora vive en De Pere. Registró el Santuario de Mascotas Safe Haven como una organización sin fines de lucro en 2016 para rescatar animales con necesidades especiales o discapacidades en riesgo de ser sometidos a eutanasia.
«A menudo, los propietarios de mascotas y otros refugios no tienen el tiempo o los recursos para cuidar a este tipo de animales», explicó. «En cambio, Safe Haven proporciona un santuario seguro donde pueden ser atendidos, rehabilitados y realojados, o son bienvenidos a vivir sus días en nuestra atmósfera libre de jaulas y de estrés».
Los casos de maltrato, abandono, diagnósticos de VIF+, ceguera, falta de extremidades, diabetes, hipertiroidismo, gatitos neonatos, gatos mayores y emergencias son bienvenidos previa revisión de la documentación médica. El santuario acoge una promedio de 883 mascotas al año y se financia exclusivamente con donaciones.
Vea el video:
(Cortesía de Santuario para Mascotas Safe Haven)
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