Semanas después de que le amputaran una pata en el marco de su lucha contra el cáncer, un perro muy inteligente rescató a una cría de nutria de un río cercano a la casa de su familia. Su familia no sabe a ciencia cierta cómo quedó varada la cría de nutria, pero saben que la acción de su valiente perro le salvó la vida.
La jubilada Cleo Young, de St. Mary’s Point, Minnesota, vio las consecuencias de la misión de rescate de su perro Gus el domingo de Pascua, 17 de abril.
«Toda nuestra familia estaba aquí, y mi hijo estaba colocando una nueva cuerda en el asta de la bandera. Todo el mundo lo miraba y ayudaba», dijo Young a The Epoch Times. «De repente, nuestro perro Gus, un goldendoodle de 6 años, estaba en el río».
A Gus le habían amputado la pata trasera derecha unas semanas antes, el 3 de febrero. La temperatura era de unos 20 o 30 grados, según Young, y era la primera vez que Gus estaba en el río St. Croix desde que se derritió el hielo, pero nadó unos 15 metros. Cuando regresó, tenía algo en la boca.
«Lo llevó a la orilla, lo dejó caer y nuestras nietas corrieron hacia él. Estaba vivo. Era una nutria de río de una semana», dijo Young.
La familia llevó a la cría de nutria al interior de la casa y la limpió de arena con agua corriente y caliente. Luego se dirigieron al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de Minnesota (WRC) en Roseville con el cachorro que se retorcía envuelto en una toalla.
Las nietas de Young, Ella y Lucy Hammerstrand, hicieron fotos y videos durante el trayecto.
Un voluntario del centro pensó primero que el cachorro debía ser una ardilla. «Se sorprendieron bastante de que realmente fuera una nutria», dijo Young. «Lo pusieron en una incubadora y lo calentaron, y lo mantuvieron allí unos días hasta que supieron que se había estabilizado».
El cachorro no había aspirado agua y no tenía neumonía, como temían los médicos. Más tarde lo enviaron a otro centro de rehabilitación con piscinas y un estanque para que se recuperara por completo; las crías de nutria suelen ser cuidadas por sus madres durante el primer año de su vida.
Young se asombró del esfuerzo de rescate de Gus, ya que «realmente no nada mucho», salvo para perseguir a algún pato ocasional en verano. Croix había crecido debido al deshielo y Gus había visto al cachorro varado en el agua desde la orilla.
«Hacía mucho viento… quizá este nido fue arrastrado al río y él estaba flotando allí», dijo Young.
(Cortesía del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de Minnesota)
El personal del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de Minnesota compartió la historia del cachorro de nutria huérfano en las redes sociales, explicando: «La nutria es demasiado joven para estar en el agua; debería estar todavía en la guarida con su madre. Al no tener ni idea de dónde está la madriguera ni de lo lejos que ha viajado el pequeño, la nutria ha sido ingresada para su rehabilitación».
Las emisoras de noticias locales publicaron reportajes sobre el rescate, visitando a Young y a su familia en casa, y Gus fue aclamado como un héroe. Pero sus días de valentía aún no han terminado; Gus sigue sometiéndose a quimioterapia por el insólito tumor que le extirparon de la pata, y su familia espera lo mejor.
Young dijo que el viaje del cáncer de Gus comenzó a principios de 2021 con un pequeño tumor de piel bajo su caja torácica, encontrado por su peluquero. Se extirpó, pero una biopsia diagnosticó un tricoepitelioma, una lesión cutánea benigna. La Universidad de Minnesota siguió la evolución de Gus durante un año y le extirpó un pequeño ganglio linfático agrandado, pero cuando Gus empezó a cojear, su familia se preocupó.
«Supusimos que se había caído en el hielo», dijo Young. «Queríamos una radiografía… no tenía una pierna lesionada, sino un gran tumor en la pierna. Nos dijeron las opciones, y dijimos que adelante y amputar».
«No sabíamos si iba a poder correr», añadió, y exclamó: «¡corre ahora tan rápido como lo hacía con cuatro patas!».
Para alivio de la familia, su querido perro volvió a ser el mismo activo y cariñoso que era después de perder la pierna. Su rápida recuperación también fue una buena noticia para el cachorro de nutria huérfano, que debe su pequeña vida a la rapidez con que Gus actuó.
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