Todos los días, el cisne Toto pasa tiempo con su humano favorito, Gabor Rigo, colmándole de amor y cariño. ¿La razón de su especial vínculo? Este hombre de buen corazón cuidó de Toto cuando acababa de salir de un huevo, criándolo desde que era un pequeño y esponjoso cisne hasta que se convirtió en un pájaro hermoso y fuerte.
En mayo de 2020, una gran tormenta destruyó el nido de la familia de Toto en el lago Balaton, Hungría. Todos los huevos habían muerto, excepto uno. Cuando una mujer vio el huevo de Toto en la superficie del agua, no sabía que el huevo contenía una preciosa vida en su interior y que ya se había enfriado a un nivel peligroso.
«Quería llevárselo a casa para perforar la parte superior e inferior, soplar el contenido y guardarlo como recuerdo para la Pascua», dijo Rigo, de 50 años, a The Epoch Times.
Fue solo cuando la mujer levantó el huevo a la luz que notó la pequeña vida que se agitaba en su interior. Actuando rápidamente, se llevó el huevo a casa, lo colocó entre dos almohadas para calentarlo y lo colocó desde arriba con una lámpara de infrarrojos.
«La temperatura del cuerpo humano es casi la misma que la temperatura de eclosión de las aves: 36 a 36.2 grados Celsius», dijo Rigo, que trabaja en un parque de aves. «Cuando iba a trabajar durante el día, la señora se ponía el huevo entre los pechos, atando una sábana encima para mantenerlo en su sitio… para calentarlo utilizando su calor corporal».
Al quinto día, el huevo eclosionó y la mujer, sabiendo que era un polluelo que no podía criar en casa, llevó al bebé a un parque de aves.
«Tenía 2 días», dijo el Sr. Rigo, «y fue entonces cuando Toto y yo comenzamos nuestra vida juntos».
El Sr. Rigo, que vive en la ciudad de Keszthely en el lago Balaton y cría cientos de aves cada año, se mostró inicialmente titubeante con la nueva llegada.
«Sabía que un pequeño cisne sería muy difícil de criar y llevaría mucho tiempo», y añadió que, según su experiencia, muchos cisnes se vuelven agresivos a la edad de 3 años.
A pesar de sus recelos, cuidó del pequeño pájaro, lo mantenía en su bolsillo mientras avanzaba su día y le daba sus comidas programadas cada dos horas. Un viernes por la tarde, cansado después de un día de trabajo, el señor Rigo se quitó el suéter y Toto se cayó, lo había llevado a casa. Como el señor Rigo no tuvo que ir a trabajar al día siguiente, ambos pudieron pasar el fin de semana conociéndose mejor.
«Ese tiempo fue suficiente para que nos volviéramos amigos y nos robáramos el corazón», dijo el Sr. Rigo. «El vínculo entre nosotros se fortaleció día a día; venía conmigo a todas partes y dormía conmigo por las noches».
Ahora los dos disfrutan de actividades como nadar, mirar televisión e ir al gimnasio. El cisne, ya adulto, incluso viaja en el coche con el señor Rigo cuando va de compras.
A Toto le gusta hacer las cosas que ve hacer a los humanos, como ducharse por la noche. También le gusta pasar el rato en el apartamento del señor Rigo y verlo cocinar.
«Él mete verduras y frutas del jardín en la cocina; tiene su propio plato y un cuenco pequeño del que bebe», dijo Rigo.
Cuando Toto necesita hacer sus necesidades, tira de una cuerda que cuelga de la puerta del balcón para abrirla y salir.
«Él sale, hace sus necesidades y regresa al apartamento», dijo Rigo. «Es muy limpio».
A pesar de los mejores intentos de su cuidador, Toto se niega a formar pareja con otro cisne. Debido a que fue criado por humanos y no desarrolló instintos de supervivencia adecuados, el cisne no puede regresar a la naturaleza. Además, al haber crecido con perros, no le teme a los depredadores.
Cuando el señor Rigo se va de vacaciones con sus hijos, Toto lo extraña muchísimo, por lo que se mantienen en contacto mediante videollamadas periódicas.
«Cuando mi colega enciende la cámara, Toto se calma instantáneamente», dijo, y agregó que dos o tres días no es un gran problema, pero después de cuatro días de ausencia de su persona favorita, el cisne se encuentra en la puerta del parque de aves todo el día, esperándolo.
El Sr. Rigo documenta su vida con Toto y comparte sus crónicas diarias en las redes sociales.
Aunque los cisnes viven ceca de 30 años, el Sr. Rigo se ha comprometido a ser «responsable» de él.
Ver el vídeo
(Cortesía de Rigó Gábor y Toto & Gabor)
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