Una perrita husky siberiano y una gatita de San José han formado un vínculo increíblemente especial desde que se conocieron hace casi siete años. Su relación ha evolucionado desde ser como una madre e hija hasta ser las mejores amigas.
Rosie, una gatita mestiza de pelo largo, solo tenía dos semanas y media cuando Thi Bui, cofundadora de la organización de rescate de gatitos sin ánimo de lucro Mini Cat Town, la encontró enferma y desnutrida en las calles de San José. Al ver a la felina en un estado tan deplorable, cerca de su centro de adopción, Thi la rescató de las calles y empezó a cuidarla.
«Casi no sobrevive a la primera noche, ni siquiera con cuidados las 24 horas del día. Nuestra linda gatita estaba aletargada y sin fuerzas», escribió lilothehusky en Instagram, según Bored Panda.
En ese momento, Thi decidió presentar a Rosie a su perrita husky siberiano Lilo, y permitió que se abrazaran mucho. Afortunadamente, Rosie empezó a mamar de Lilo, y esta última asumió el papel de madre.
Desde que las presentaron, Lilo, que es testaruda, se mostró muy interesada en conocer a Rosie.
«Después de juntarlas, Lilo se mostró muy atenta, la lamía para limpiarla después de las comidas e incluso dejaba que Rosie mamara de ella, aunque no tuviera leche», cuenta Thi a The Epoch Times.
Tras unas semanas de recibir tiernos cuidados y amor, Rosie se recuperó y le pusieron un arnés para dar su primer paseo con los perros. Unos meses después, al ver su inseparable vínculo con Lilo, Thi decidió adoptarla.
«Habría sido cruel separar el amor que se tenían», dijo Thi. «Creo que fue en junio de 2015 (en el Día Nacional de las Patatas Fritas) cuando anunciamos oficialmente su adopción».
En los últimos años, la personalidad de Rosie ha crecido. Según Thi, esta gatita de 7 años, atrevida, curiosa e inteligente, te avisa cuando algo no le gusta, con un mordisco de advertencia o un manotazo.
«Tampoco le gusta que la abandonen, y vocaliza su descontento si la dejamos en casa», dice Thi.
En cuanto a Lilo, que ahora tiene 9 años, y Rosie, que tiene 7, forman su propio grupo y no se relacionan con ningún otro animal de la casa, explicó Thi.
«Les encanta dormir la siesta juntas, jugar, ir de viaje por carretera y disfrutar juntas de aventuras al aire libre, como el senderismo, el kayak, el paddleboarding, los viajes por carretera y sacar la cabeza por la ventanilla durante los viajes en coche», dijo Thi.
La cuidadora profesional de gatitos también comparte la preciosa e improbable amistad de Lilo y Rosie, junto con sus aventuras diarias, en Instagram. Cree que su vínculo tiene el poder de cambiar muchas vidas.
«Gracias a su vínculo, pudimos salvar la vida de más de 1200 gatitos rescatados en Mini Cat Town, y ahora, estamos en preparación para abrir nuestra segunda planta de adopción en el Área de la Bahía», dijo Thi. «Nos sentimos increíblemente agradecidos y honrados por el apoyo de todos al querer a Lilo, Rosie y todos los gatitos rescatados en Mini Cat Town».
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