Gracias a la perseverancia de una decidida joven ucraniana, muchos perros fueron sacados de la zona de guerra en el país invadido, incluyendo a varios peludos de la tercera edad o discapacitados.
Con el inicio de la guerra en Ucrania a finales de febrero, miles de personas han huido del país y muchos han realizado el largo viaje junto a sus mascotas.
Nastya Tikhaya, una joven determinada a realizar ese viaje, se convirtió en la imagen de la perseverancia.
Antes de la invasión, los padres de Tikhaya contaban con un refugio de animales en la ciudad de Irpín, cerca de Kiev, que la joven ayudaba a administrar, según informó The Animal Rescue Site.
Habían rescatado a perros que habían sufrido hipotermia, a quienes atendieron y pusieron en adopción, cuatro años atrás. Hasta el día de la invasión tenían 19 perros, muchos de los cuales están discapacitados.
Tras el inicio del conflicto, la joven y Arthur Lee, su esposo, comenzaron a sacar a los animalitos de la ciudad.
Desde perritos enfermos, de la tercera edad o discapacitados, la pareja inició el viaje para llevarlos a Polonia. Y parte del camino tuvieron que caminar varios kilómetros junto a los peluditos.
«Bueno, ¿los dejo? ¿cuál es la diferencia, enfermo o sano? Sus vidas no son menos valiosas. Todos son muy buenos», compartió Tikhaya en un video.
«Por cierto, estos inválidos han sufrido mucho a manos del hombre. Tenemos un perro discapacitado, lo pueden ver en la foto, le acaban de romper la columna con un palo. Y fue arrojado al bosque para morir», agregó.
Mientras caminaba, la joven fue fotografiada por el fotógrafo del Wall Street Journal, Christopher Occhicone.
La imagen de Tikhaya junto a un grupo de perritos discapacitados se viralizó en redes sociales, y se convirtió en un ícono de la perseverancia, bondad y aprecio por la vida, en este caso, de los peludos.
Pero el éxodo de Tikhaya y Lee no se limitó a los amigos de 4 patas. No menos importantes para ellos, un camaleón, una tortuga, un hámster y una araña completaron el combo.
«Desesperadamente dolorida de la espalda, ¡pero no se dio por vencida! […] Desafortunadamente, se perdieron algunas colas, ¡pero todos los demás aún están a salvo!», publicó la asociación benéfica de protección animal «Bun», de la que la joven es voluntaria.
«A pie, varios kilómetros con perros, ¡con gatos! ¡Seguimos trabajando! Eso alejará a nuestros protegidos de la guerra», agregó.
Pandora, una perrita que fue arrojada por un puente, caminó ese día junto a Tikhaya, a pesar de estar herida.
«Su herida sangraba, estaba agotada. Ella también caminó con nosotros. Puedes ver en la foto. Desafortunadamente, se mordió un trozo de lengua mientras caminaba. ¿Puedes imaginar?», dijo la joven en el mismo video.
Uno de los peludos había sido atropellado, mientras otro fue golpeado con un palo; ambos solo tienen patas traseras y se ayudan con una silla adaptada para poder caminar.
Abuelo Petrovich, un perrito «un poco sordo» de 15 años, caminó él mismo casi en la primera fila.
«A pesar de los bombardeos, siempre hay un lugar para los actos de bondad», escribió Eli Zab en GoFundMe, donde las personas pueden hacer donaciones si desean ayudar a cubrir los gastos de los animalitos rescatados por Tikhaya y Lee.
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