Los propietarios de uno de los jardines traseros más célebres de Gran Bretaña cuentan su apasionante viaje de cuatro décadas para crear un colorido oasis con miles de flores y árboles que estallan en un derroche de rojos, naranjas, rosas y amarillos deslumbrantes.
Tony Newton, de 72 años, y su mujer, Marie, de 74, llevan 40 años creando su espectacular jardín en el corazón industrial de Black Country, en Walsall, West Midlands, Inglaterra. La pareja empezó a cuidar de su vibrante parcela de un cuarto de acre poco después de mudarse a la propiedad en 1982 y continuó con su afición tras jubilarse en 2009.
Su jardín cuenta ahora con más de 3,000 plantas y flores, entre ellas 450 azaleas, 120 arces japoneses y 15 enebros estrella azul. También han recaudado más de 52,000 libras (62,684 dólares) para obras benéficas abriendo su jardín a miles de visitantes de todo el mundo en los últimos 22 años.
Tras atraer a más de 15,000 visitantes de 41 países, la pareja decidió abrir las puertas de su jardín a finales de octubre del año pasado ─por primera vez desde la pandemia de COVID-19─ para que la gente pudiera contemplar el jardín rebosante de hermosos colores otoñales.
Pero también fue la última vez, ya que la pareja quiere pasar más tiempo visitando a sus hijos y nietos, que se han trasladado al extranjero.
Marie, ahora abuela de cinco hijos, afirma que ella y su marido seguirán disfrutando juntos de su pasión por la jardinería, pero quieren menos compromisos, ya que llevan 40 años viviendo en la propiedad.
Marie, antigua planificadora de transportes y enfermera, declaró: «Siempre nos ha encantado compartir nuestro jardín con todo el mundo y seguimos cultivándolo con tanta pasión como siempre. Pero ahora tenemos cinco nietos y nuestros hijos están en distintas partes del mundo, y queremos visitarlos».
La pareja ha ganado varios premios, entre ellos el Alan Titchmarsh’s Britain’s Best Garden y el Gardeners of the Year. Han abierto públicamente su jardín un total de 108 veces.
«Una persona de Nueva York voló especialmente solo para ver nuestro jardín», cuenta Marie. «Un turista de Islandia basó todo su viaje al Reino Unido en él y nuestro jardín forma parte de un plan de estudios de horticultura en China».
El duro trabajo de la pareja se remonta a la década de 1980, cuando empezaron a trabajar incansablemente para renovar por completo el jardín y plantar árboles, flores y arbustos. Con el paso de los años, consiguieron transformar el césped embarrado en el oasis de las Cuatro Estaciones que es hoy, un nombre que le viene dado por su atractivo durante todo el año.
El jardín también atrae a todo tipo de fauna, como zorros, erizos, ardillas, muchos pájaros y ranas.
dijo Tony: «Nuestro jardín es como una experiencia y está dividido en tres partes. A la cámara le gusta el jardín superior para hacer fotos, pero el ambiente es muy distinto cuando exploras otras partes del jardín.
«El jardín central tiene un aire oriental y se parece más a una selva. Tiene palmeras, plataneros y bambúes. El jardín inferior tiene un arroyo más grande y es más boscoso, con abedules blancos.
«El jardín superior es más abierto y algo más formal, con césped en el centro».
Con la colaboración del personal de The Epoch Times.
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