Una maestra de Brasil encontró una manera creativa de reutilizar las bolsas de comida de sus tres perros. Durante la pandemia, Mônica Inês Schuck sacudió el polvo de su antigua máquina de coser y fabricó bolsas ecológicas que donó a los alumnos de su localidad.
La pandemia mundial llevó a muchas personas a replantearse qué hacer con su tiempo disponible. Fue el caso de la maestra de inglés Schuck de 53 años que, luego de estar en una fila de supermercado y ver las bolsas que venden, tuvo la idea de reciclar las bolsas de alimento para perro que había visto acumuladas en una granja local, dijo en entrevista al medio local GHZ.
De hecho, la misma Schuck, que vive en un apartamento en Santa Cruz do Sul, en Rio Grande do Sul, Brasil, tenía bolsas de comida de sus tres perros, Nina, Suzy y Otti. De regreso del supermercado, la maestra pasó por la granja para recuperar las bolsas que, de otra manera, terminarían en la basura.
«Me dijeron que esto generalmente estaba lleno de basura. Le pedí que me lo llevara a casa. Incluso fue un favor para ellos», recordó Schuck.
El siguiente paso era transformar las bolsas de alimento en bonitas mochilas, estuches y bolsas. Para hacerlo, Schuck utilizó una máquina de coser de 1984, herencia de su abuela materna.
En sus mejores tiempos, la máquina de la abuela había ayudado a confeccionar ropa para la madre de Schuck y sus nueve hermanos. Ahora, en el siglo XXI, la máquina salió de su antigua caja de madera para manifestar una habilidad que la maestra tenía guardada, y para transformar bolsas de comida para perros en prácticas bolsas multiusos.
«El costo es muy bajo. Se necesita poco material comprado. Con 10 reales [menos de 2 dólares] y algunas bolsas es posible hacer diez estuches, por ejemplo», dijo Schuck, según informó GAZ. «Ahora uso mis bolsos para ir de compras, todos los elogian».
Además, debido a la pandemia mundial por el virus del PCCh, el patógeno que causa COVID-19, la maestra tenía suficiente tiempo para dedicarse al diseño y elaboración de las novedosas bolsas. Algunas incluso conservan las imágenes de los perros o gatitos que vienen en el empaque original.
Aunque a la maestra no le agrada mucho la tecnología digital —no maneja WhatsApp—, comparte sus creaciones en su página de Facebook y su idea es impulsar a las personas que estén inactivas y que quieran hacer algo para ayudar al planeta y la comunidad. Justamente, Schuck ha donado mochilas para los jóvenes de su localidad.
De hecho, una escuela de Alemania se puso en contacto con Schuck para proponerle una campaña donde los estudiantes le proporcionarían materia prima y ella haría su magia al transformarla en fundas rectangulares, de acuerdo a GHZ.
“La idea es demostrar que puedes hacerlo, puedes pensar de manera diferente. En el caso de los bolsos, también se puede coser a mano, no es necesario tener máquina de coser ”, dijo la maestra a GAZ.
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