Cuando una madre británica que visitaba un zoológico en Viena, Austria, se detuvo para amamantar a su bebé, obtuvo apoyo de la fuente menos probable. Un orangután hembra en un recinto se acercó y se sentó a su lado, sosteniendo su mirada e incluso levantando una mano al vidrio como si quisiera tocar al pequeño bebé.
«Fue uno de los momentos más surrealistas de mi vida que me hizo llorar», explicó la madre Gemma Copeland a Love What Matters.
Un orangután, una hembra adulta llamada Sol, que estaba sentada a 5-6 pies de distancia, «llevó un pedazo de tela a la ventana y se sentó conmigo», dijo Copeland.
Poco después, Copeland se dio cuenta que su hijo Jasper tenía hambre y empezó a darle el pecho. «La forma en que la orangután reaccionó me dejó sin aliento», recordó la madre. «No dejaba de mirarme, luego a mi hijo, y luego otra vez».
Sol —que más tarde Copeland se enteró que había dado a luz a su cría muerta— se sentó con la madre durante unos 30 minutos, acarició el vidrio y miró al dúo. Una respetuosa multitud se reunió para observar, habían muchos padres viendo de cerca con sus hijos, y algunos de ellos incluso le explicaron a sus propios hijos lo que estaba sucediendo entre Copeland y su bebé.
El esposo de Copeland capturó fotos de la conmovedora interacción.
«Mis experiencias de amamantar en público han sido diversas», reveló la madre a Bored Panda, «algunas personas se muestran curiosas, otras contentas y algunas negativas». Pero en el zoológico de Viena, Copeland y su bebé no recibieron más que aceptación.
Como aficionada a los animales y ávida viajera, Copeland cree que el destino la puso al lado del recinto de los orangutanes en ese momento, ese día. «Casi nos perdemos los orangutanes», recuerda, «estaban demasiado lejos para verlos bien».
«Solo cuando me giré para poner a nuestro pequeño en su cochecito me di cuenta de que el orangután se había acercado, así que le pregunté a mi pareja si podíamos volver a verla», continuó. «Entonces, la magia de ese momento sucedió».
Copeland también compartió: «fue honestamente el mejor momento de mi vida, después de dar a luz».
La madre decidió reservar un lugar especial en su corazón para Sol, para siempre.
Cuando Copeland compartió su conmovedora historia en las redes sociales, llegó a millones de personas, reportó Bored Panda. Con el ánimo de usar la plataforma para efectuar cambios, Copeland insta a todos los que se sientan conmovidos por su historia a que contemplen la posibilidad de hacer una donación al Rescate de los Orangutanes de Borneo, un grupo dedicado al bienestar, la rehabilitación y la liberación de estos grandes simios en peligro de extinción.
«El cuidado de nuestros niños es primordial, sin importar la raza, el género o incluso la especie. En ese momento, éramos uno», reflexionó Copeland.
Mire el video:
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