La madre de una niña neozelandesa de 12 años que sufre de un raro trastorno genético ha compartido imágenes angustiosas de las secuelas de un incidente de acoso en el que su hija fue herida por un compañero de clase.
La madre Kerri Arnold de Hamilton, en la Isla Norte de Nueva Zelanda, compartió las imágenes de su hija Aalyha llorando en las redes sociales. Según 7 News, Kerri recogió a su asustada hija de su escuela de educación especial el 3 de marzo de 2020, tras una llamada del personal de la institución.
Aalyha, que no habla, fue arañada y mordida por un compañero de clase en un ataque supuestamente no provocado.
«Esta es mi hija Aalyha y tiene 12 años», explica Kerri mientras filma a su hija visiblemente agitada y alterada. «Sufre un raro trastorno llamado Síndrome de Angelman».
«Me llamaron de su escuela y ha sido víctima de acoso escolar», continúa la madre. «Este joven le arañó un ojo, le mordió un lado de la cara, le arañó un brazo y tiene arañazos en la espalda».
La madre describió a su hija como «usualmente siempre feliz», agregando que le dolía ver a su pequeña niña tan sacudida y sometida. Después de consolar a Aalyha, Kerri expresó su esperanza de que el hecho de compartir las desgarradoras imágenes ayudara a concienciar a las comunidades vulnerables sobre la intimidación.
Según el New Zealand Herald, Kerri explicó que lo mejor para su hija era mantener una rutina estable; volvería a la escuela bajo una supervisión especialmente asignada.
«Aalyha ya ha tenido suficiente dolor en su vida y solo tiene 12 años», dijo Kerri. «Ella lucha diariamente en este mundo cruel pero siempre tiene una enorme sonrisa de oreja a oreja.»
Kerri afirmó que el profesor de Aalyha le había informado que su hija «se interponía» en el camino de otro estudiante. La indignada madre, por otro lado, sospechaba que era un ataque no provocado.
Confirmó que el estudiante que atacó a Aalyha el 3 de marzo había sido, sin embargo, reprendido. «He hablado con el director», explicó Kerri, según el Daily Mail, «y el chico será retirado por el resto de la semana tras este horrible suceso».
Lamentablemente, no era la primera vez que Aalyha era herida por bravucones. En 2018, Aalyha fue empujada contra una ventana, astillando uno de sus dientes delanteros y fracturando su nariz.
Arnold expresó su intención de crear una campaña para ayudar a educar a los niños pequeños sobre la gravedad de la intimidación. Personajes como «Harold la jirafa» y «Rubén el oso de la seguridad vial», reflexionó Kerri, ayudan a los niños con otros problemas de seguridad que prevalecen en Nueva Zelandia, y el acoso escolar merece el mismo nivel de reconocimiento.
Según la Fundación del Síndrome de Angelman, el síndrome de Angelman (AS) es un raro trastorno neurológico que afecta a unas 500.000 personas en todo el mundo. El trastorno comparte síntomas con el autismo, la parálisis cerebral y el síndrome de Prader-Willi, y se caracteriza por trastornos de la marcha y el equilibrio, problemas gastrointestinales, convulsiones y dificultades para hablar.
A pesar de experimentar impedimentos físicos y neurológicos, la fundación afirma que los individuos con EA suelen tener un «comportamiento feliz y excitable» e «iluminan una habitación» con su sonrisa contagiosa.
Aalyha tiene la edad de desarrollo de un niño de 3 o 4 años y necesita supervisión constante. Sin embargo, Kerri ha aceptado y abrazado el diagnóstico de su hija. «Mi ángel me fue entregado tal cual es por una razón», dijo, añadiendo que el síndrome de Angelman es un componente inextricable de la niña de 12 años a la que ama incondicionalmente.
La intimidación, sostiene Kerri, es inaceptable en general.
«Soy la voz de mi hija», declaró, «y gritaré para que me escuchen si es necesario. El acoso escolar no está bien».
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