Una mamá oso pardo mostró un poco de amor duro cuando su osezno no quiso cruzar un río caudaloso después de ser perseguido por un bisonte.
El fotógrafo Ron Sterbenz, de Minneapolis, Minesota, estaba de visita en el Parque Nacional de Yellowstone a mediados de mayo cuando grabó una fascinante interacción. Una hembra de oso pardo y su osezno, que habían echado el ojo a un cadáver de bisonte muerto, fueron perseguidos por una manada protectora de bisontes y tuvieron que cruzar tres tramos diferentes de la confluencia entre los ríos Soda Butte y Lamar.
En el primer cruce, el cachorro se negó a nadar y la madre sale del agua para darle su merecido. En el segundo, fue brevemente arrastrado por las rápidas corrientes y aulló de miedo por su madre.
«En ciertas zonas, con la escorrentía primaveral, puede ser peligroso para los animales más pequeños», dijo Sterbenz, de 56 años, a The Epoch Times. «Estoy seguro de que ese cachorro probablemente ha cruzado el río unas cuantas veces, pero obviamente no se sentía cómodo nadando. … tal vez perdió algún hermano.
«Pero lo que también me pareció raro fue que, cuando el cachorro no cruzó, mamá volvió para regañarlo. ¡Pensé que era bastante gracioso! Fue bastante interesante. … si observas a la mamá bajar la cabeza, es una sensación muy ‘cabreada’. … entonces te das cuenta de la sumisión del cachorro».
Pero cuando su cachorro fue atrapado por una corriente en el segundo cruce y aulló pidiendo ayuda, la osa cambió el amor duro por la protección maternal y nadó a su lado. Cuando ambos llegaron a la orilla, sacudieron el pelaje para secarse.
Sterbenz aún estaba preparando su cámara cuando la manada de 30 a 40 bisontes empezó a intimidar a la mamá grizzly y a su cría. Siguió a la pareja con su cámara y compartió sus increíbles imágenes en YouTube.
«La mayoría de los osos nacen en enero o febrero. Salen de la madriguera en mayo o junio», dijo Sterbenz. «El osezno que se ve en el vídeo es grandecito… tiene entre 18 y 20 meses, más o menos».
Dijo que la confluencia de los ríos Soda Butte y Lamar crea muchos bancos de arena y pequeños afluentes. Los osos pardos van y vienen a través del agua muchas veces mientras buscan comida, siguiendo rastros.
Sterbenz, que siguió a la madre y al cachorro durante 45 minutos, dijo: «Forrajean mucho en esa zona baja y húmeda, y pensé que eso es lo que iban a hacer. … entonces, de repente, oigo el grito y miro, muevo la cámara y allí está … cruzando una parte más grande de Soda Butte».
Nacido y criado en Los Ángeles (California), Sterbenz se trasladó a Minnesota hace 20 años y lleva más de una década visitando Yellowstone todos los años con amigos. Aunque no es biólogo, le fascina el comportamiento de los animales y comparte sus imágenes en las redes sociales para obtener información de espectadores que saben más que él.
«No interfiero… No intervengo», dijo. «Lo que me fascina es observar el comportamiento: ver cazar a un animal, ver nacer a un animal, ver el apareamiento, ver cómo reacciona una madre ante sus cachorros, la diferencia entre los osos negros y los osos pardos, las interacciones entre manadas de lobos».
A Sterbenz le gusta que sus imágenes muestren «la complejidad del animal» y ayuden a disipar ideas erróneas de que los osos pardos son simplemente «agresivos, asesinos o no pacíficos». La fotografía no es su vocación principal; trabaja en tecnología para uno de los mayores proveedores de servicios en la nube. Yellowstone es un retiro bienvenido.
«Es una desconexión forzosa cuando estás allí», dijo. «No hay teléfono móvil, no hay internet, así que lo hace realmente agradable».
Mira la secuencia completa:
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