Un mini toro que había sido rechazado por su manada debido a su pequeño tamaño no podría ser más feliz, ya que encontró un nuevo hogar para siempre y adorables amigos peludos.
Fue un momento de alegría cuando Haru, el mini toro, conoció a dos cachorros, que lo adoraron al instante.
«Nuestros dos cachorros de acogida, Ashla y Bogani, adoraron a Haru desde el primer momento en que lo vieron», dijo Amber Sullivan-Vo, que adoptó a Haru. «Corrían hacia él y le daban un montón de besos por toda la cara, saltando y dándole cariño por todas partes».
Por su parte, Haru, que tiene 2 años, se sorprendió un poco, pero se deleitó con la atención, agachando la cabeza para recibir sus besos. Antes, Haru se pasaba todo el tiempo solo, pero al vivir con una manada de perros amigables, ahora nunca está sin compañía.
«¡Haru parece creer que es un perro!» dice Amber.
Amber, de 30 años, trabaja como entrenadora de perros y vive con su marido, Anthony, en Massachusetts. Hace poco más de un año, la pareja se planteó añadir otro animal a su casa. En un principio pensaron en un mini cerdo, pero oyeron que a veces se mostraba agresivo con los perros. Así que, como siempre les han gustado las vacas, la pareja empezó a buscar una raza de vaca pequeña.
«Las minivacas son difíciles de encontrar y pueden ser bastante caras», dice Amber. «Pero buscamos en Craigslist como una broma y nos sorprendió encontrar una».
Al hacer los preparativos para comprar el animal, la pareja bromeó diciendo que o bien les tocaba una mini vaca, o bien habían dado con una estafa, pero cuando llegaron a la propiedad para verlo, allí estaba. Un Hereford en miniatura que medía solo 38 pulgadas de altura. Los propietarios de Haru dijeron que querían venderlo porque no podía estar con su rebaño y suponía demasiado esfuerzo para mantenerlo solo.
«No es bueno que las vacas estén solas», dijo Amber.
(Cortesía de Amber Sullivan-Vo)
Amber y Anthony se llevaron a dos perros cuando fueron a ver a Haru, para asegurarse de que no estaba aterrorizado ni era agresivo con ellos.
«No parecía especialmente molesto, pero no estaba muy interesado en nosotros ni en ellos. Nuestros perros están acostumbrados a un montón de animales porque los entrenamos mucho y tenemos muchos animales en casa, así que no les molestó», dijo.
Unas semanas más tarde, después de que Amber y Anthony construyeran un nuevo establo para Haru, los antiguos propietarios lo dejaron. Los primeros días, Haru se mantuvo aislado mientras se instalaba. Luego, con la ayuda de unas cuantas golosinas para engatusarlo, empezó a salir de su caparazón. Ahora, un año después, la pareja describe a Haru como muy cariñoso e inteligente, y dice que adora tanto a las personas como a los perros; incluso parece creer que él mismo es un perro.
«Actúa igual que ellos, se junta con todos nosotros cuando estamos fuera, olfatea a los perros y pasta con ellos y siempre quiere participar en los entrenamientos», dice Amber.
Sin duda, Haru ha encontrado una familia especial y tiene una buena vida. Actualmente, disfruta del verano relajándose en su propiedad, y le encanta la hierba recién cortada.
«A los perros les encanta tomar el sol», dice Amber, «y se puede encontrar a Haru tumbado con ellos, mientras que los perros se unen a menudo a Haru si está pastando».
Si los perros están juguetones o tienen ganas de jugar, Haru corretea y se une a ellos. «A uno de mis perros de demostración, Mali, le encanta jugar con Haru y siempre intenta que juegue a perseguirlo», dice.
Sin embargo, lo que más le gusta a Haru siempre han sido los perros jóvenes de la manada. Desde el día en que los primeros cachorros, Ashla y Bogani, lo conocieron, cada vez que salían a la calle, corrían a buscarlo, y Haru los buscaba a ellos.
«Le gustan especialmente los cachorros y es muy cariñoso con ellos», dice Amber. «Era una amistad tan dulce con Ashla y Bogani. Iban a despertarle por la mañana; le encontraban cuando estaba pastando; los esperaba junto a nuestro porche».
Con cada ronda de cachorros de acogida que llega, Haru espera con la cabeza agachada, esperando que le den besos. Si no le dan besos, simplemente disfruta observándolos.
Amber y Anthony insisten en que estas amistades tan especiales son fruto de una combinación de suerte, adiestramiento y buen temperamento. «Por favor, no confíe en su perro con cualquier vaca al azar, ya que no siempre son tan amables», dice Amber.
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