En un giro desgarrador que cautivó a miles en las redes sociales, la historia de Norkis, un perro maltratado y desnutrido, encontró un final feliz gracias a la compasión de una mujer filipina.
Abigail Corañez, de 28 años, fue testigo del lamentable estado de Norkis, un perro mestizo de 8 años que vivía en una jaula, terriblemente descuidado, enfermo y hambriento. Su dueño anterior rara vez lo alimentaba y permitió que la sarna se extienda por todo su cuerpo, al punto de quedar con apenas unas pocas manchas de pelo.
Conmovida por la triste situación, Abigail no dudó en preguntar al dueño si podía llevarse a Norkis y cuidarlo. Afortunadamente, el dueño accedió, y así comenzó el rescate que cambiaría la vida del desnutrido can.
Lo que más le impactó es que el hombre tenía curiosidad de saber por qué quería al perro, ya que, según dijo, «iba a morir pronto», reveló Corañez, una vendedora de ropa de Pampanga.
«Mi pareja y yo llevamos unos cinco años rescatando perros callejeros. Lo hacemos seguido», explicó la Sra. Corañez, quien actualmente cuida de 12 perros y más de 40 gatos. Pero este rescate, fue uno de los más dolorosos.
Las impactantes imágenes de Norkis eran las de un perro esquelético y débil, hundido en la miseria, y que apenas podía arrastrarse. Sin embargo, con amor y cuidados, su transformación física y emocional fue asombrosa.
«El día del rescate de Norkis, lo aislé en una casita al lado de mi casa porque no estaba segura de cuál sería su reacción con nuestros otros perros», relató la Sra. Corañez. «Estuvo aislado durante casi un mes y lo alimentaba cinco veces al día con algo de comida seca y le daba vitaminas».
A pesar de su inicial desconfianza, Norkis pronto se ablandó al darse cuenta de las buenas intenciones de Corañez. «Al principio me tenía miedo, pero solo porque había estado muy abandonado, estaba muy delgado y débil», recordó. «Cuando empecé a darle comida, me aceptó y no me ladró».
Hoy, Norkis es un perro feliz y cariñoso, completamente recuperado gracias a los cuidados de la familia de la Sra. Corañez. «Se adaptó muy rápido. Se lleva bien con mis otros perros ahora que lo dejé salir de la pequeña casa», afirmó con orgullo.
Aunque por un tiempo tuvo que tomar medicamentos, no tardó mucho en convertirse en un perro feliz y sano.
La historia de Norkis se volvió viral, conmoviendo a miles de personas al rededor del mundo que fueron testigos el poder del amor y la compasión para transformar vidas, incluso las más desesperanzadas.
Con información del personal de Epoch Times.
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