Una madre de dos hijos de Inglaterra que siempre tuvo la esperanza de encontrar un tesoro vio su sueño hecho realidad después de desenterrar un cofre durante un evento de limpieza de la playa.
Jennie Fitzgerald, de 38 años, llevaba una hora con su recogedor y cubo de basura el 20 de marzo, cuando vio la tapa abovedada de un cofre de madera que sobresalía de la arena entre Cart Gap y Happisburgh, en Norfolk.
Usó sus manos para cavar y sacó un objeto con candado, que tenía el tamaño de una caja de zapatos.
Jennie, que es madre de Harrison, de 9 años, y de Darcey, de 6, estaba con sus compañeros de limpieza cuando cargó el cofre un kilómetro y medio de vuelta a lo largo de la costa para reunirse con su esposo, James, de 40 años, consultor informático.
De vuelta a su casa rodante en Sea Palling, la familia de Norwich retiró la madera del fondo de la caja para descubrir 108 monedas en su interior.
Jennie cree que se trata principalmente de monedas de un centavo de la época victoriana y de algunas monedas medievales.
«Nunca imaginé encontrar algo así», dijo Jennie. «Siempre estoy en la playa con los ojos en el piso esperando encontrar un par de monedas, pero esto está a otro nivel».
Todavía sorprendida por el hallazgo, Jennie dice que se pellizca a sí misma porque todavía no lo asimila todo.
«Es increíble—es un hallazgo único en la vida», dijo. «¿Qué posibilidades hay de que eso ocurra? Soy afortunada, podría haberlo pasado fácilmente por alto. Estoy encantada».
«Primero me gustó la forma de este trozo de madera en la arena y me atrajo. Luego lo saqué y me di cuenta de que era como un auténtico cofre del tesoro pirata».
Al principio, a Jennie le preocupaba haber interferido en la cápsula del tiempo de alguien o en el geocaching, un juego de búsqueda de tesoros. Sin embargo, después de llevarse el tesoro a casa, ella y sus hijos cepillaron la caja con cepillos de dientes en la mesa de la cocina.
La familia no pudo abrir el enorme candado, pero la madera comenzó a desprenderse de la base y las monedas empezaron a deslizarse, así que se pusieron a trabajar con un destornillador.
Aparte de las monedas, el tesoro también incluía piezas de cristal tallado o piedras preciosas, además de un reloj de bolsillo, un anillo de sello, una gigantesca llave antigua y un llavero con «Ernest» grabado.
Jennie, que trabaja como secretaria médica, describió la caja como hecha de madera y probablemente de hierro, con un forro oculto que cree que está pensado para ser impermeable.
La marca en el candado dice «VR» con el dibujo de una corona, por lo que cree que podría ser victoriana.
Jennie informó del hallazgo al funcionario de enlace local y tiene que llevar el cofre del tesoro a un museo e informar al propietario de la playa donde lo encontró.
«Es una caja sólida y el candado sigue intacto: alguien realmente no quería que lo abriéramos», compartió Jennie.
A Jennie le pareció tan emocionante que el tesoro hizo que la familia se pusiera a pensar en la historia que había detrás y de quién era Ernest. Mientras tanto, declaró que su hijo pensaba que el tesoro los haría ricos a todos.
Con la colaboración del personal de The Epoch Times.
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