El mejor amigo del hombre también es leal, protector y, a veces, incluso puede olfatear cuando sus humanos tienen episodios médicos.
Sam Stocking, de Illinois, que padece diabetes de tipo 1, logró entrenar a su cachorro, Korey, para que le avisara cuando su nivel de azúcar en sangre era demasiado alto o demasiado bajo.
Cuando esta mujer de 29 años, oriunda de California, era niña, tenía que pincharse el dedo para analizar su nivel de azúcar en la sangre. Pero a medida que iba creciendo, le era más difícil detectar si estaba demasiado alta o baja.
Cuando se mudó a Alemania hace unos años, preguntó a su médico si podía entrenar a su perro para que se convirtiera en un perro de alerta para diabéticos (o DAD), después de enterarse que su compañera de cuarto en la universidad tuvo uno y que había perros de este tipo en Alemania.
«Me puso en contacto con una entrenadora de perros de servicio, y trabajé con ella para entrenar a Korey», cuenta a The Epoch Times.
Sam usó camisetas viejas y trapos para absorber su olor de cuando su nivel de azúcar era bajo y lo utilizó para entrenar a su cachorro. Pero no fue nada fácil.
«Korey dio su primera alerta por su cuenta después de seis meses de entrenamiento, pero tardó un año y medio en alertar por completo sin ayuda y en todo tipo de lugares y entornos diferentes», dijo.
Cuando su nivel de azúcar en sangre es bajo, Korey golpea su nariz contra su pierna y le trae una botella de zumo. Cuando está alta, da vueltas en círculo.
Incluso avisa a su dueña cuando está durmiendo.
«Él me alerta más durante la noche», dijo a Team Dogs. «Es fantástico para despertarme. Me mira fijamente y empieza a lamerme la cara y luego me indica si está alta o baja».
La dueña publicó un video en TikTok en el que muestra cómo refuerza el entrenamiento de Korey, poniéndose uno de sus trapos de olor mientras corta las verduras para la cena. Korey está en la otra habitación mirándola como si algo estuviera mal.
(Cortesía de Korey The Kanine)
Al momento siguiente, ya tiene su jugo en la boca y le está golpeando con su nariz repetidamente. Le dan unos trozos de pollo por su buen comportamiento.
«Los DAD son una herramienta maravillosa y útil para controlar la diabetes», dijo Sam, que dirige su propio negocio de adiestramiento de perros, Korey the Kanine.
Dice que es posible adiestrar a un perro joven para que detecte la diabetes si es menor de dos años (los cachorros son los mejores). También tienen que tener una personalidad tranquila y sin traumas.
«¡No hay nada como un perro!», añadió.
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