Un hombre llamado Dave en la isla Kauai, Hawái, se tropezó con una diminuta criatura que se arrastraba en la hierba húmeda en 2019: era una delicada e indefensa cría de pájaro.
Dave buscó un nido o un pájaro cerca, pero no encontró ninguno de los dos. Como no sabía qué hacer, metió a la criatura en su bolsillo para mantenerla caliente y llevó al bebé a casa con su esposa, Carol Dumeyer, quien se encariñó con él.
Nunca se imaginaron que el pájaro sería parte de la familia.
Al principio, Carol planeaba reintegrarlo en la naturaleza. Comenzó a alimentarlo con una jeringa y mantuvo su temperatura con una lámpara de calor.
Después de unos meses, el pájaro empezó a emitir sonidos como si intentara cantar; Carol se enteró que era un gorrión de Java macho, ya que las hembras de gorrión de Java no cantan.
En un intento de cumplir su plan inicial de rehabilitarlo, Carol tomó al gorrión —llamado cariñosamente Mr. Snuggles por la forma en que se acurrucaba dentro de su ropa cuando era un bebé— y lo sacó al exterior para que se mezclara con su familia de aves.
Unos 200 gorriones de Java acudieron a los comederos cercanos y el pájaro de Carol se relacionó perfectamente con ellos.
A Mr. Snuggles le encantaba estar entre los suyos, pero curiosamente nunca olvidó a su familia.
(Cortesía de Carol Dumeyer)
«Algunos pájaros crean un fuerte lazo con quienes los crían y otros no tan fuertes, pero los gorriones cran un fuerte lazo», dijo Carol a The Epoch Times. «Y así, por más que le presentara aves silvestres, todavía me conocía como mamá».
«Con el tiempo, se convirtió en algo muy interesante, una especie de mitad de camino en el que es definitivamente un pájaro salvaje y ama a su familia de pájaros», añadió. «Vuela con ellos, es un volador increíble, y todos se comunican, pero sigue pensando que tiene parte humana».
«También prefiere estar con nosotros. Y él y yo estamos muy unidos».
(Cortesía de Carol Dumeyer)
(Cortesía de Carol Dumeyer)
Además de su mamá, Mr. Snuggles (o Snugs) llegó a querer al gato de la familia, Maurice, aunque éste no comparte necesariamente su sentimiento. El gato de rescate «retirado» apenas lo tolera.
«Cada vez que Maurice está en la casa, Snuggles vuela y se posa cerca de él y le canta», dice Carol. » Le encanta cualquier lugar en el que esté».
Al principio, Snugs pasaba las noches con Carol y su familia y durante el día salía con sus amigos pájaros. Sin embargo, la intrepidez de Snugs con los humanos se convirtió en un riesgo.
Se posaba sobre extraños, de forma totalmente amistosa. Carol recibía mensajes de los habitantes de la ciudad que habían encontrado a su pájaro.
Así que Carol ajustó el horario de Snugs, manteniéndolo dentro durante el día.
«Por la noche, está fuera con ellos», dijo. «Todos se quedan dormidos en los árboles. Y luego, al amanecer, regresa a la casa, me canta y pasa el día conmigo».
Después de casi dos años, ha sido una travesía salvaje que transformó la vida de Carol.
«No tenía ni idea de cómo sería esta travesía», dijo. «No tenía ni idea que sería tan hermoso, no tenía ni idea de la personalidad que tendría, ni de la profundidad de nuestra relación, ni de la cantidad de amor y alegría que habría».
«Me ha hecho tomar conciencia de lo importante que es no juzgar a los animales como indignos».
«Se sabe que tienen relaciones muy complejas y que son muy inteligentes y que aman, se relacionan y tienen vínculos muy fuertes con su familia».
«Ha sido realmente sorprendente».
La siguiente aventura de la familia será trasladarse al otro lado de la isla. Aún no se sabe cómo se adaptará el Sr. Snuggles o cómo encontrará una nueva familia de pájaros; tal vez lo dejen libre.
Para aquellos que deseen seguir el progreso de Mr. Snuggles, Carol comparte sus aventuras en su propia cuenta de Instagram para seguir su historia.
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