Una mujer de Mascate, Omán, alberga en su casa a 480 gatos y 12 perros que adoptó a lo largo de los años y gasta alrededor de 7800 dólares mensuales para poder mantenerlos.
Maryam Al Balushi, de 51 años, dueña de la enorme cifra de animales en su hogar, es una exfuncionaria jubilada, que describe que las mascotas le levantan el ánimo y son una gran compañía.
«Todo comenzó en 2008 cuando mi hijo compró un pequeño gato persa», dijo Balushi a Khaleej Times.
«Como muchas madres, me negué a cuidarlo porque no me gustaban los animales y mi hijo no le prestaba mucha atención ni cuidaba su higiene», agregó.
Pero dos años después, Balushi tuvo una gatita y su punto de vista sobre las mascotas cambió. «Me encontré totalmente inmersa. La cuidé por completo, la alimenté, la bañé y pasaba mucho tiempo con ella», dijo al mismo medio.
En las imágenes que circulan por las redes sociales se puede observar cómo decenas de gatos se acercan por el cariño y la atención de Balushi, mientas ella les reparte algunas golosinas.
Para cuidar a sus 492 mascotas (entre gatos y perros), Balushi gasta alrededor de 7800 dólares mensuales, eso incluye su alimentación, limpieza y atención veterinaria.
Entre la gran cifra de animales adoptados por Balushi 17 están ciegos. Su casa está llena de jaulas para que los gatos puedan tener su espacio, pero los deja salir a diario para hacer ejercicio y jugar en los alrededores de su hogar.
Cuando la gente se enteró de la empatía de la mujer por los animales, comenzaron a dejarle animales en la puerta de su casa.
Sin embargo, Balushi cuenta que ha recibido quejas de los vecinos por sus gatos, pero que eso no hizo que evitara tenerlos con ella. «Encuentro que los animales, especialmente los gatos y los perros, son más fieles que los humanos», dijo.
Comentó que el abandono de los animales ha aumentado en Omán en los últimos años, a pesar de las multas de 25 dólares, impuesta para quien abandone a su mascota.
Por su parte, los activistas de las protectoras de animales han abogado por un programa de «atrapar, castrar, liberar» para reducir el número de animales.
Balushi comentó que fue una niña huérfana y por esa razón abrió su corazón a los animales en la última década, “muchos de los cuales fueron rescatados de vidas difíciles en la calle”.
También dijo que se inspiró en un antiguo vecino que alimentaba a animales callejeros con sobras de comida. Además de sentir que los gatos y perros la salvaron de hundirse en la depresión.
«Estaba en un lugar oscuro y ellos fueron el salvavidas que me rescató», dijo.
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