En una compleja operación cerebral estando «despierto», un músico se sometió a una operación maratoniana en un hospital privado de Roma, permaneciendo consciente todo el tiempo. No solo eso, sino que, sorprendentemente, tocó un saxofón durante las 9 horas que duró la intervención, en una de las primeras cirugías realizadas de este tipo.
Un equipo quirúrgico dirigido por el Dr. Christian Brogna, neurocirujano especializado en cánceres complejos y cirugías con el paciente despierto, realizó la extirpación de un tumor cerebral a este hombre de 35 años en el Hospital Internacional Paideia el 10 de octubre.
El paciente, identificado como «G. Z.», que no es natural de Italia sino que se convirtió en romano por adopción, es un ávido amante de la música. Como es zurdo, la extracción, ya de por sí difícil, se complicó aún más. Brogna y su equipo lograron la operación sin perjudicar las funciones neurológicas del paciente, según un comunicado de prensa del hospital.
G. Z. recibió el alta hospitalaria el 13 de octubre y se está recuperando completamente. Describió que sintió «tranquilidad» durante las 9 horas que duró la operación, que pasó completamente despierto, tocando su saxofón.
De hecho, la música del paciente fue decisiva para el éxito de la operación —puso el tema de la película de 1970 «Love Story» y el himno nacional italiano— ya que permitió a los cirujanos observar diferentes funciones de su cerebro durante la intervención, informó Fox News.
Brogna dijo: «Cuando operamos el cerebro, estamos operando el sentido del yo, por lo que tenemos que asegurarnos de no dañar al paciente como persona: su personalidad, su forma de sentir las emociones, su forma de desenvolverse en la vida. El paciente te dirá lo que es importante en su vida y tu trabajo es proteger sus deseos».
La operación requirió una amplia preparación y tecnologías de vanguardia, dijo Brogna, y añadió: «El Hospital Internacional Paideia está equipado no solo con la tecnología que necesitaba, sino también con un quirófano de 100 metros cuadrados, y también tuvimos la oportunidad de organizar un equipo a medida para esta intervención».
El equipo elegido por Brogna incluía diez profesionales procedentes de hospitales de todo el mundo, entre ellos neurocirujanos, anestesistas, neuropsicólogos, neurofisiólogos e ingenieros. El equipo especializado necesario para la operación incluía neuronavegación con tractografía, aspiradores de ultrasonidos y ecografía intraoperatoria.
Se utilizó un trazador para distinguir las células cancerosas del tejido sano circundante. G. Z. fue monitorizado continuamente para que su cerebro funcionara de forma óptima durante la operación.
La «complejidad arquitectónica» del cerebro y su «notable plasticidad» hacen que el cerebro de cada persona sea muy diferente al de otra, dijo Brogna. La cirugía con el paciente despierto permite trazar un mapa de las redes neuronales que controlan las funciones cerebrales —como jugar, hablar, moverse, recordar y contar— con gran precisión.
«Cada cirugía con el paciente despierto no solo nos permite obtener el máximo resultado en términos de eliminación de la patología, sino que es un verdadero descubrimiento», dijo. «Cada vez nos ofrece una ventana al funcionamiento de este órgano fascinante, pero todavía en muchos sentidos misterioso, que es el cerebro».
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