La admiración de un niño de dos años hacia los recolectores de basura de su calle se convirtió en una bella relación con los trabajadores. Para honrar su amistad, al finalizar el año pasado sus padres crearon el «Día del agradecimiento», y el pequeño les dio obsequios.
Aunque solo tiene dos años, Joaquim, un pequeño originario de Brasil, tiene una especial fascinación por los camiones grandes. En especial los que recolectan basura, de los que suele esperar su llegada tres días por semana, compartió Stefany Andrade en su Instagram.
«Los martes, jueves y sábados, tenemos que dejar todo lo que estamos haciendo y correr hasta la puerta de nuestra casa», publicó Andrade.
Por alguna razón, a Joaquim le encanta el ruido de los camiones y sus padres comenzaron la rutina de acercarlo a la puerta de su hogar para que lo pudiera observar de cerca, lo que representaba «una fiesta» para el pequeño, relató su madre en una entrevista al medio local Sagres.
La mirada y emoción del tierno niño no pasaron desapercibidos para los recolectores, que no tardaron en saludarlo y formar así una inusual pero linda amistad. Los trabajadores pasan por la casa de Joaquim tres días por semana y son siempre los mismos.
«Esperan que Joaquim esté en la puerta. Y dicen: ‘Oh, cariño’, le quitan el guante y chocan los puños. Como el camión pasa muy temprano, alrededor de las 7 a.m., ni mi esposo ni yo estamos despiertos a tiempo» explicó la mamá.
«Entonces, a veces no alcanzábamos llevarlo a la puerta a tiempo . Y escuchábamos a los recolectores gritar a Joaquim desde nuestra habitación», agrega.
Los padres de Joaquim explicaron que, aunque la emoción con sus amigos recolectores y su camión nació de él, ellos tienen la intención de apoyar a que el niño se «conecte» con las personas y aprecie las pequeñas acciones y actitudes.
Para animar la bella amistad, los padres organizaron el «Día del agradecimiento» el día 30 de diciembre pasado. Para esperar a sus amigos y desearles un feliz Año Nuevo, Joaquim los esperó con una mesa afuera de su casa, ¡llena de panqués de chocolate! Además de agua fresca.
Luego de saludar a cada uno de sus amigos y entregarles el panetón de regalo, Joaquim fue invitado a subirse al camión por primera vez. Fueron hasta el final de la esquina y de regreso. Esa fue su manera de «hacer feliz» al niño.
«Creo que ese momento para ellos fue muy feliz. Bebieron con gran entusiasmo el agua fría que Joaquim les entregó. Dijeron ‘qué bien, agua fría’. Su trabajo es tan exigente que ni siquiera tienen un momento para beber agua durante el día», recordó Andrade.
«Así que queríamos que pasaran un momento agradable y que sintieran la importancia que tienen en la sociedad en general», agregó.
En un video publicado en Instagram, la madre de Joaquim compartió su sentimiento de orgullo hacia el niño. Ella y su esposo cultivan en el pequeño que «dar es mejor que recibir», y «mucho más bonito cuando se practica y no solo cuando se habla».
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