Como muchos adolescentes, Ashton Dunford disfruta de pasear en su patineta. Lo que es aún más impresionante es que este chico de 13 años de Utah es ciego desde su nacimiento. Lejos de dejar que esto lo detenga, está dominando trucos y trabajando en su objetivo de conquistar las rampas de su parque de patinaje local.
«Desde pequeño, Ashton creció escuchando el sonido de la patineta», dijo su madre, Hilda Dunford, de 34 años, al hablar de cómo su esposo, Tyler, de 39 años, creció practicando skateboarding y sigue haciéndolo hasta el día de hoy.
«El hecho de que tu hijo sea ciego no significa que su vida vaya a ser triste, o que no pueda ser hermosa, tampoco significa que no va a estar llena de cosas increíbles para hacer», añadió.
La pareja, que también tiene dos hijas, describe cómo su hijo del medio, Ashton, solía jugar con su papá, sentándose en la patineta y montando sobre sus hombros. Cuando le preguntaron qué quería para su décimo cumpleaños, Ashton dijo que una patineta propia porque quería patinar «justo como papá».
Inseguros de cómo enseñar a su hijo, los padres de Ashton se pusieron en contacto con algunos skaters ciegos que vieron en las redes sociales.
«Nos dijeron que usan su bastón blanco y aprenden patinando con otros skaters, escuchándolos describir el truco», dijo Dunford.
Poco a poco, Ashton empezó a ganar confianza; su papá guiaba sus pies en la patineta con las manos y le daba direcciones. Usando su bastón blanco para comprobar si había obstáculos y siguiendo a su papá, Ashton puede disfrutar de la emoción del skate de manera segura cerca de su casa.
«Es muy divertido», dijo Ashton. «Me siento libre cuando lo hago; siento que podría hacer cualquier cosa».
Y el skateboarding no es lo único que hace este adolescente activo y aventurero; también suele practicar esquí, ciclismo de montaña y escalada. Desde los 5 años, la madre de Ashton lo lleva al National Ability Center, una organización sin ánimo de lucro especializada en programas para niños con discapacidades.
El objetivo del adolescente es convertirse en programador informático. «En los últimos años, mi interés en la codificación creció mucho», dijo.
A principios de este año, Ashton fue el único actor ciego en el set de la película «If I Could Ride 2«, que se estrenará en los cines esta primavera. En preparación para su papel, tomó clases de actuación, memorizó sus líneas y aprendió a montar a caballo.
«Poder ver a tus hijos encontrar algo que les apasiona, que es realmente difícil, pero que cuando logran hacerlo, pueden sentirse exitosos, es tan hermoso», dijo su orgullosa madre. «Fue su primera película, su primera vez en un set, el actor más joven y todo eso, pero pudo demostrar a quienes estaban allí que podía hacerlo, y lo hizo. Creo que los integrantes del elenco y el equipo aprendieron de Ashton y se sintieron inspirados por él».
Ver a su hijo convertirse en el joven confiado y determinado que es hoy es la mayor bendición y lección de vida para Dunford y su esposo.
Nacido con el raro trastorno de la displasia septoóptica, que dejó sus nervios ópticos poco desarrollados, el bebé Ashton enfrentó todo tipo de desafíos.
Cuando era pequeño, dijo Dunford, era inimaginable que su hijo hiciera todas las cosas que ahora hace. «Quiero decir, primero tuvo que aprender a mantener la cabeza erguida con fisioterapia. Tuvo que aprender a gatear con fisioterapia», dijo. «Nunca pensé, ‘Oh, él va a crecer y va a andar en patineta, esquiar y escalar rocas’. Pero ver que lo hace me inspira tanto porque pude ver lo lejos que ha llegado».
El día antes de su último cumpleaños, el 22 de septiembre, la familia llevó a Ashton a su tienda de skate local, Board of Provo, para conseguir una nueva patineta personalizada. Allí, Ashton se unió a los trabajadores para armar una patineta completamente nueva para su cumpleaños, seleccionando él mismo cuidadosamente las ruedas, rodamientos y ejes.
El consejo de Dunford para otros padres que descubren que su bebé es ciego: «Todo irá muy bien».
«Vas a tener un asiento de primera fila para ver cómo crecen y superan tantos desafíos», dijo. «Es el regalo más hermoso… y vas a aprender tanto de ellos. Me encanta ser la mamá de Ashton. A veces, su vida termina siendo incluso más grande y mejor de lo que habías planeado».
Por su parte, Ashton les dice a otros niños ciegos que si hay algo que realmente quieren hacer en la vida, lo pueden lograr: «Si simplemente pones el esfuerzo y lo intentas, puedes hacerlo. Con el tiempo, si sigues intentándolo, se vuelve cada vez menos aterrador, hasta el punto en que lo puedes hacer por diversión. Simplemente lo puedes hacer y no es tan aterrador como piensas».
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