Un barco de juguete de madera que había sido arrojado al océano como parte del proyecto de una escuela primaria hace 27 años apareció en las costas de Wisconsin a principios de octubre. La profesora que inició su viaje se presentó, maravillada por la longevidad del pequeño barco.
El desgastado juguete rojo, blanco y azul fue visto por Lynn BeBeau y su marido, Mike, en una remota playa de la Isla del Apóstol en las costas del Lago Superior en Wisconsin.
«Noté una pequeña pieza de madera de color enterrada en la arena a unos 20 pies del agua», dijo Mike a KBJR. «Pensé que podría haber sido una boya de red o un flotador de red que se había desprendido de un barco de pescador comercial o algo así».
«Nos gusta buscar lugares remotos y ver lo que descubrimos», añadió Lynn, «y este fue, por mucho, el mejor descubrimiento de la historia».
El barco aún tenía un mensaje original escrito a mano con un marcador de fieltro en su casco. «Estoy viajando por el océano», dice. «Por favor, devuélvanme al agua». La nota implora a los descubridores que comuniquen su ubicación a la Escuela Elemental Lakewood en Duluth, Minnesota, a unas 100 millas de distancia.
Lynn y Mike tomaron una serie de fotos del barco en el Lago Superior antes de seguir las instrucciones de la nota, lanzando el juguete de madera de nuevo al agua. Luego se pusieron en contacto con la escuela.
En octubre, Lynn compartió un emocionante suceso en Facebook. «Con la ayuda de la administración de la escuela de Duluth y las redes sociales, la profesora que lanzó este barco fue localizada esta tarde», anunció.
La profesora Bonnie Fritch se presentó, diciendo a los administradores de la escuela que ella y una amiga, Brenda Schell, lanzaron dos botes para una unidad de clase de 1993-1994 en el libro infantil de Holling C. Holling «Paddle-to-the-Sea». La historia relata una pequeña canoa de madera después de su lanzamiento en el Lago Superior.
«Hicimos un mapa de los viajes de la canoa a través de los Grandes Lagos», dijo Fritch a las escuelas públicas de Duluth. «Un amigo de Brenda nos hizo los botes y nuestros alumnos los pintaron y añadieron el mensaje al fondo».
Los botes se lanzaron en la playa de Brighton, continuó Fritch, compartiendo una fotografía de Schell y de ella misma a la orilla del agua con sus embarcaciones en la mano. El barco de Schell se aventuró hacia el vasto Atlántico Norte y nunca más fue visto (hasta donde sabemos), pero el de Fritch apareció un año después en la orilla norte del Lago Superior.
«Las personas le pusieron una segunda capa de pintura al barco y se relanzó», recordó. «Pensé que no escucharíamos nada más al respecto. Es increíble que siga ahí fuera».
Lynn dijo a la agencia de noticias que planea comprar una copia de «Paddle-to-the-Sea» para leerle a sus nietos, para mantener viva la increíble historia.
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