Se ha prohibido a un hombre mantener cualquier caballo durante 10 años después que hallar a su poni a su cuidado con un collar incrustado en su cabeza, resultando en una herida infestada de gusanos.
Ese poni ha sido rescatado, sin embargo, y esperamos que pronto busque un nuevo y más amable hogar.
El abuso del poni se descubrió cuando alguien se puso en contacto con el World Horse Welfare con inquietudes, y una visita al lugar donde el propietario Patrick Eagle guardaba sus caballos resultó en el descubrimiento del caballo de 2 años.
La oficial de campo Charlotte Melvin, que hizo la inspección de los caballos que Eagle mantenía, notó un olor a podrido cuando se acercó al poni. Al inspeccionar más de cerca, descubrió la negligencia de Eagle había provocado en el cuello del poni se incrustara tan profundamente que, al retirarlo, la sangre derramaba de la herida y la zona se había infestado de gusanos.
El poni, que ahora se llama Moisés, fue retenido inmediatamente después de que Melvin infomara de la situación.
«Charlotte contactó con la RSPCA, la policía, los veterinarios y un transportista. El poni fue retirado en virtud de la Ley de Bienestar Animal y transportado a los veterinarios para un tratamiento urgente», explicó un portavoz de World Horse Welfare.
Los veterinarios tardaron cuatro días en tratar a Moisés por sus heridas, pero por suerte, explicó Melvin más tarde, su recuperación parecía positiva dadas las circunstancias.
«Dada la terrible herida del cuello su collar, estoy, estoy muy feliz con la recuperación que Moisés ha tenido», expresó. «El sufrimiento de Moisés podría haberse evitado tan fácilmente y es horrible pensar que podría haberse quedado así, si alguien no se hubiera preocupado lo suficiente como para informar de la situación».
Según la inspectora de la RSPCA, Fiona Howells, la situación arrojó luz sobre por qué un collar de cabeza debe ser adecuado para prevenir este tipo de lesiones.
«La lesión sufrida por Moisés pone de manifiesto lo grave que puede llegar a ser un arnés mal ajustado», compartió. «Estas lesiones son totalmente prevenibles y no hay excusa para permitir que ocurra una lesión de este tipo. Los collares solo deben dejarse donde sea absolutamente necesario y deben ser revisados diariamente para evitar el roce».
Eagle compareció ante un tribunal, donde se declaró culpable de causar sufrimiento innecesario a un animal.
Según el informe de Horse and Hound, se encontró que Eagle sufría de problemas de salud mental que le habían impedido cuidar adecuadamente de sus caballos. Sin embargo, aún se enfrenta a una prohibición de 10 años de poseer caballos, y el tribunal también le impuso una serie de otros castigos; además de una sentencia suspendida de 12 semanas, se le ordenó que contribuyera a los gastos de enjuiciamiento de 400 libras (unos 484 dólares de los EE.UU.) y que también trabajara 60 horas de trabajo comunitario no remunerado.
En cuanto a Moisés, será reubicado en un nuevo hogar definitivo cuando lo encuentre el equipo de Penny Farm. Después de ser atendido por el veterinario, fue trasladado al Centro de Rescate y Rehabilitación de Penny Farm, que es dirigido por la organización benéfica World Horse Welfare.
«Si alguien se preocupa por el bienestar de un caballo debe llamar a nuestra línea de bienestar al 0300 333 6000 con información actual de primera mano», explicó Melvin. «Gracias a la persona que lo reportó, Moisés está ahora feliz y saludable y podrá encontrar un nuevo y amoroso hogar a través de nuestro plan de reubicación».
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