Advertencia: Este artículo incluye contenido que algunos lectores pueden encontrar perturbador.
El instinto maternal de una perra dio un giro estremecedor después de desenterrar a uno de sus cachorros que había muerto durante la noche. Un video grabado por la dueña destaca claramente que no solo los humanos experimentan el duelo y la pérdida.
El desgarrador vídeo de mayo de 2020 muestra a Kookie, una cruza de labrador de 3 años, olfateando la tumba poco profunda del patio trasero de la casa de su propietario en Zamboanga, Filipinas.
Antes de que nadie pudiera reaccionar, la afligida perra mamá comienza a desenterrar decididamente a su cachorro muerto. Kookie excava a través de la tierra firmemente compactada hasta que logra alcanzar a su cachorro macho. Entonces, saca al cachorro de su tumba improvisada, tomándolo por una pata. En un intento desesperado por devolverle la vida, la indefensa madre lame y empuja el diminuto cuerpo.
«La primera vez que Kookie estuvo embarazada, ella abortó. Ahora, un cachorro ha muerto. Ella debe estar devastada», se oye hablar a la dueña Kaye de Luna en el video.
«Es muy triste para ella. Pudimos ver lo mucho que se preocupaba por toda su camada. Incluso el que murió, ella seguía pensando en él».
Kookie había dado a luz a una camada de cachorros el 17 de mayo, la noche antes de que se grabara el vídeo. Lamentablemente, uno de los cachorros, el más débil de la camada, murió durante la noche.
Cuando Kookie descubrió su bebé muerto, comenzó a ladrar fuerte y despertó a toda la casa por lo que acababa de suceder. Cuando fueron a ver a Kookie, encontraron que el más pequeño de la camada había muerto. La dueña Kaye, fuera de la vista de Kookie, enterró al cachorro muerto en su jardín en una tumba sin marcas.
Unas horas más tarde, llevaron a Kookie a dar un paseo por el jardín con la correa, pero ella se dirigió a la tumba.
Kaye, a quien se puede escuchar sollozar en el fondo del video, decidió dejar que Kookie llorara a su manera para poder aceptar la pérdida de su cachorro.
Al principio, Kookie arañaba la tierra y enseguida percibía el olor de su cachorro, lo que la estimulaba. Eventualmente, ella quita suficiente tierra para descubrir parte del cuerpo y se las arregla para sacar al cachorro sin vida de la tumba improvisada.
La perra mamá entonces intenta frenéticamente revivir al cachorro lamiéndolo y dándole un empujón con su nariz.
Al final del vídeo, Kookie se detiene a mirar a Kaye, que llora a mares mientras se desarrolla la desgarradora escena de la tumba.
Es bien sabido que los perros lloran a sus dueños cuando mueren. Por lo tanto, es inconcebible que los perros no pasen por la misma sensación de pérdida y dolor cuando pierden un cachorro.
Parece como si Kookie estuviera atravesando su proceso de duelo al desenterrar a su cachorro muerto para un último intento de resucitación. Al igual que todos los otros perros hembra, Kookie está preparada para lamer y empujar a los cachorros después de su nacimiento instintivamente, así como cuando han fallecido también.
Aunque nunca estaremos seguros de lo que estaba pasando por la mente de Kookie en ese momento, el video muestra que los perros tienen un sentido de pérdida y dolor.
Mire el vídeo a continuación:
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