Una pareja que inspeccionaba una casa en venta en Alabama quedó estupefacta al darse cuenta de que los anteriores propietarios habían abandonado a su mascota.
April Morgan y su prometido, JC Billak, llegaron a su posible vivienda el 1 de marzo de este año y descubrieron a la pitbull llamada Molly atada a un árbol en el patio trasero. Pensando que todavía debía haber alguien viviendo en la casa, preguntaron al vendedor que los acompañaba, pero les dijeron que la propiedad estaba desocupada.
Poco después, un vecino se acercó y les contó lo sucedido.
«Los propietarios se fueron hace más de un mes antes de que la casa saliera a la venta y la vecina, había estado cuidando a Molly desde entonces», contó el Sr. Billak a The Epoch Times. «Dijo que los antiguos dueños no querían a Molly y que ella le daba comida y agua. Inmediatamente nos miramos y dijimos que nos la quedaríamos».
Ese mismo día, después de mirar la casa, la pareja hizo una oferta por el precio total, añadiendo un mensaje especial, se llevarían a Molly. Después de 30 días de trámites, el 1 de abril se mudaron y Molly pasó a formar parte de su familia.
La perra, de 10 años ahora tiene una vida maravillosa con la Sra. Morgan y el Sr. Billak, además de sus otros dos perros y tres gatos. Gracias a la amable vecina que había estado alimentando a Molly, su peso era bueno y estaba en buenas condiciones, dice la pareja. Sin embargo, debido a que tenía sus propias mascotas, no pudo acoger a Molly.
«Probablemente fue la mejor persona para Molly, que cuidó de ella hasta que la recogimos. Los vecinos dijeron que la perrita había estado sola durante meses después de que los dueños se mudaron», dijo el Sr. Billak.
La pareja decidió mudarse a Silverhill, Alabama, para hacerse cargo del negocio familiar de joyería de la Sra. Morgan después de que su padre falleciera el pasado mes de septiembre y luego, en noviembre, el padre del Sr. Billak también falleció. La Sra. Morgan, ex enfermera, es de Los Ángeles, mientras que su prometido, que anteriormente trabajaba en diseño estructural, es de Ohio.
Ambos coinciden en que en cuanto vieron a Molly y se enteraron de su situación, supieron que estaba predestinada.
«Se tomó medio segundo para mirarnos, luego corrió y comenzó a amarnos», dijo el Sr. Billak. «Le hablábamos suavemente para que supiera que no queríamos hacerle dañ y ella lo sabía. Es una perra muy dulce, lo vimos enseguida».
Molly no sólo estaba sucia y maloliente, sino que también sufría una tos fuerte debido a la enfermedad del parásito del corazón. Una de las primeras cosas que hicieron sus rescatistas fue limpiarla y tratarla contra la enfermedad del gusano del corazón. Intentaron obtener más información sobre su nueva adquisición a través de los representantes de la propiedad, pero lo único que consiguieron averiguar fue su nombre y su edad aproximada. Una trabajadora postal le dijo a la pareja que había estado yendo a la casa durante años, pero que nunca se había dado cuenta de que Molly estaba allí, ya que la perra debía de estar encadenada en la parte de atrás.
Al principio, temerosa de volver a quedarse afuera en el frío, Molly dudaba mucho en salir de casa. Pero ahora, al darse cuenta de que eso no iba ocurrir y de que la aman, la pitbull veterana se aventura a explorar con los demás perros.
«Ahora es miembro de la manada. Ella es más segura y confiada; mucho más feliz y juguetona. Ella ya no está lidiando con la enfermedad del parásito del corazón, por lo que está más saludable», dijo el Sr. Billak. «Los gatos la adoran y los perros también».
Los anteriores dueños de Molly también dejaron atrás a su gata, que vive en el garaje y es cuidada por la pareja.
«La gata no se acerca a los perros y nunca quiere entrar a la casa», dijo el Sr. Billak. «Ella prefiere el garaje y le hemos preparado un pequeño espacio que le gusta, en los estantes. Allí tiene una camita, comida y agua».
De sus otros gatos, es Joofus quien se ha encariñado especialmente con Molly. «Joofus está enamorado de Molly. Se frota en ella y la lame todo el tiempo. Es un vínculo bastante extraño; nunca había visto a un gato querer tanto a un perro», dijo.
Mientras tanto, otro de los perros de la pareja, Mojo, es como el «amigo favorito» de Molly y siempre corre con ella.
La vida de Molly se ha transformado. Cuando la pareja compartió su historia en las redes sociales, la perra, alguna vez abandonada, recibió una gran empatía por parte de personas disgustadas por el trato que había recibido en el pasado.
«No esperábamos la reacción que tuvo», dijo el Sr. Billak. «Fue realmente conmovedor ver tanto amor expresado por Molly».
La pareja dice que no dudarían en recomendar a cualquiera que esté pensando en adoptar un perro que considere uno mayor.
«Hay tantos perros mayores que necesitan un hogar acogedor y que son capaces de dar tanto amor. En cuanto a nosotros, tenemos un nuevo hogar y una nueva familia», dijo.
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