¿Alguna vez has escuchado sobre un perro que solo entiende español? Bueno, prepárate para una historia tan divertida como inesperada, protagonizada por Monty, un cachorrito con un talento muy peculiar.
Ariana Giampietro, una joven de Gainesville, Florida, había acogido temporalmente a esta adorable cruza de pitbull. Pero pronto se dio cuenta de que algo no encajaba: por más que le daba órdenes sencillas, el pequeño Monty la miraba con ojos de confusión absoluta.
«Quería obedecer, me escuchaba, pero era como si no supiera cómo», dijo Giampietro de acuerdo a Newsflare. La frustración era mutua, hasta que un día, el misterio se resolvió de la manera más hilarante posible.
En un video que se volvió viral, Giampietro intenta en vano que Monty se siente: «¡Up!» (¡Arriba!), le ordena. Pero el cachorro simplemente la ignora, con esa mirada inocente que todos los dueños de perros conocen muy bien.
Fue entonces cuando la joven, por pura casualidad, probó con el español: «¡Arriba!».
(Crédito del video: Newsflare)
Y como por arte de magia, Monty se puso de pie al instante. «¡Dios mío, eres español!», exclamó Giampietro entre risas, comprendiendo al fin el misterio lingüístico de su peludo compañero.
Resulta que Monty había vivido anteriormente en una granja con una familia hispana, por lo que su entrenamiento había sido completamente en español. «Me quedé alucinada. Me alegré mucho de entender de dónde venía la disonancia», destacó.
A partir de ese momento, la joven se apresuró a aprender algunas palabras clave en el idioma de Cervantes, y para su deleite, Monty comenzó a responder con entusiasmo.
«Cuando empecé a hablarle en español, fue como si se adaptara», explicó Giampietro. «Su confianza se disparó porque, de repente, ya no le resultaba extraño».
Afortunadamente para Monty, el novio de Giampietro, Andrew Gómez, es hispano y habla español con fluidez. Ahora, esta peculiar familia se ha comprometido en enseñarle a su cachorrito a ser bilingüe antes de encontrarle un hogar para siempre.
«Es raro. Llevaba mucho tiempo diciéndole a mi novio que quería aprender español… pero tener un perro hispanohablante sí me hizo comprometerme», admitió la joven.
Aunque al principio parecía un desafío, la barrera del idioma se convirtió en una hilarante anécdota que seguro Monty y sus dueños atesorarán por mucho tiempo. Después de todo, ¿qué puede ser más divertido que un perrito que solo obedece en español?
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