Lágrimas rodaban por las mejillas de una angustiada pareja de Coalville, Leicestershire, mientras escuchaban los débiles ladridos de su amado perro bajo la fría y oscura tierra.
Hacía más de 60 horas que Heather y Alex Peake rogaban por la vida de Winston, su adorado cocker spaniel que quedó atrapado en una guarida de tejones mientras exploraba los vastos campos rurales de Coalville. A pesar de los desesperados intentos por cavar y alcanzarlo, sus voces llenas de desesperación no lograban llegar a él, quien se debilitaba con cada minuto que pasaba.
Con el corazón en la garganta, tomaron la difícil decisión de llamar a los servicios de emergencia, su última esperanza para rescatar a su fiel compañero de cuatro patas. Así fue que un equipo de valientes bomberos y oficiales de la RSPCA acudió al llamado, dispuestos a hacer lo imposible por salvar a Winston.
Utilizando dispositivos especializados de escucha y localización, los rescatistas rastrearon los débiles ladridos hasta dar con la ubicación exacta del perro atrapado. Sin perder un instante, comenzaron a cavar con determinación, removiendo cuidadosamente cada palada de tierra mientras sus corazones latían al ritmo de los ladridos de Winston.
Después de casi 5 agónicas horas de excavación, un grito de alivio y júbilo resonó en el lugar cuando finalmente lograron alcanzar al perrito de su prisión subterránea.
Excavando con sumo cuidado las maniobras culminaron y Winston, aunque debilitado y cubierto de tierra, estaba vivo y a salvo en los brazos de sus rescatistas.
«Cuando los bomberos empezaron a buscarlo, pensamos que ya lo habíamos perdido y nos preparamos mentalmente para lo peor, dijo la Sra. Peake de acuerdo a la BBC. «Me eché a llorar cuando por fin vimos su carita asomando por el barro», recordó con angustia.
Con lágrimas de felicidad, sus dueños abrazaron a su amado compañero, agradecidos por el milagro de tenerlo de vuelta en casa. Winston, con su lengua afuera y una mirada de gratitud, lamió las manos de sus héroes rescatistas, sellando un vínculo eterno de amor y lealtad.
La inspectora de la RSPCA, Sue Haywood dijo que el servicio de bomberos «hizo un trabajo increíble sacándolo cuidadosamente de la madriguera».
«El momento en que finalmente fue rescatado fue simplemente brillante, todos estábamos en la luna y, a pesar de su calvario que era relativamente ileso», dijo la Sra. Peake de acuerdo al medio.
Peake dijo que el perro «milagro» de tres años de edad estaba agotado y en estado de shock, pero se estaba recuperando bien.
Mientras el sol se ponía en los campos de Coalville, los equipos de emergencia se retiraron satisfechos, sabiendo que habían hecho una diferencia en la vida de una familia y su fiel amigo peludo. Winston, una vez más, podría correr libremente por los vastos campos, pero esta vez con la lección aprendida de no adentrarse en guaridas desconocidas.
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