Un perrito que sufrió un terrible acto de maltrato animal que lo dejó sin hocico, se convirtió en un símbolo de lucha contra el maltrato y el abandono animal, y sus ganas de ganas de vivir dejó un mensaje para los humanos.
Wacku, un perro guardián que pertenecía al dueño de una parada de taxis en Filipinas, sufrió el cruel ataque de un borracho que le cortó el hocico con un machete, de acuerdo a Inquirer.Net.
El dueño de Wacku, lo llevó inmediatamente al hospital de enseñanza veterinaria en la Universidad del Este de Filipinas donde fue atendido y logró sobrevivir a pesar de haber perdido mucha sangre.
Como el perro necesitaba cuidados especiales para su dolorosa recuperación, lo trasladaron a la Sociedad Filipina de Bienestar Animal (PAWS), donde comenzó el derrotero para darlo en adopción.
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Anna Cabrera, directora ejecutiva de PAWS, estaba impactada con el violento episodió que la mascota vivió y comenzó su trabajo para enmendar la Ley de Bienestar Animal de Filipinas de 1998.
La historia de Wacku fue presentada como testimonio para el cambio de la ley. Cuando en octubre de 2013 la Cámara de Representantes Filipina vio el rostro mutilado del perrito, no dudó en modificar la ley.
«Cuando Wacku entró, toda la sala murmuró en forma colectiva”, dijo Cabrera.
Gracias al canino, la pena de cárcel para los abusadores de animales aumentó a un año y seis meses de cárcel, con grandes multas.
El caso de Wacku, también se llevó a los tribunales, pero nunca pudieron encontrar a su atacante.
Wacku vivió sus próximos cinco años en el refugio de la Sociedad de Bienestar Animal de Filipinas (PAWS) porque nadie quería adoptarlo.
Nikki Carvey de Roa Dog Rescue se propuso encontrarle un hogar a Wacku. Fue así, que se contactó con Liesl Wilhardt, fundadora y directora ejecutiva de Luvable Dog Rescue en Eugene, Oregon, quién se conmovió con la historia y decidió integrarlo a su familia de 8 perros rescatados.
Wilhardt tiene 19 años de experiencia trabajando con perros sobrevivientes de trauma, abuso y negligencia. Picasso, el famoso perro de la cara “torcida”, es uno de los 8 perros de la activista, de modo que estaba feliz de recibir a Wacku.
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«Cuando Wacku llegó, era cauteloso pero curioso por todo. Estoy segura que fue una gran transición para él en todas las formas imaginables. Un clima diferente, diferentes personas, diferentes entornos naturales, diferentes idiomas, diferentes animales a su alrededor, pero él también es increíblemente inteligente. ¡Se dio cuenta rápidamente que la vida aquí era bastante buena! ¡Diferente pero buena!», dijo Wilhardt a People.
La rescatista dijo que el siguiente paso en la vida de Wacku es poder convertirse en perro de asistencia para personas con necesidades especiales, publicó Luvable Dog Rescue.
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Wilhardt considera que la inmediata adaptación, recuperación y entrega del canino es una lección de vida.
«¡Amo tanto a Wacku! Admiro su coraje y resistencia. A pesar de lo que le sucedió, ama y confía en la gente y ha encontrado alegría en la vida. Estoy asombrado de su capacidad para perdonar. Es un verdadero sobreviviente», dijo Wilhardt a People.
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