Jonathan Sheldon era un deportista de exteriores, atlético y exitoso administrador de fondos de cobertura a sus treinta años cuando una enfermedad mortal cambió su vida para siempre. Su cuerpo es incapaz de producir suficiente cortisol, una hormona que ayuda al cuerpo a responder al estrés y evitar que entre en shock.
«No pensamos que viviría mucho más tiempo», dijo Sheldon, según un comunicado de prensa de Mercury. Eso fue hasta que conoció a Teddy, su perro de servicio «héroe».
El padre de dos hijos, de 45 años, sufrió daño cerebral a los 36 años por haber contraído un grave caso de varicela. Esto causó que Sheldon, de Billericay, Inglaterra, desarrollara la enfermedad de Addison hace siete años, que puede causar niveles peligrosamente bajos de cortisol en el cuerpo.
A su vez, esto puede causar síntomas como debilidad, fatiga, baja presión sanguínea, mareos, vómitos y pérdida del conocimiento. Al principio, los médicos se desconcertaron cuando empezó a colapsar y a perder el conocimiento, algo que ha experimentado 100 veces, según el comunicado. Mientras tanto, el simple hecho de golpearse un dedo del pie o un resfriado común podría matarlo, dice.
«Empecé a colapsar, a caer inconsciente y mi salud empezó a deteriorarse agresivamente», compartió Sheldon. «Si no tomo la cantidad correcta de cortisol, golpearme un dedo del pie o coger un resfriado común puede ponerme en coma… Ha sido horrible para mi esposa».
«Me ha despertado cuando he estado azul y ha tenido que venir una ambulancia aérea… estaba en mi último aliento, a dos o tres o un minuto».
Las cosas se veían sombrías para Sheldon y su esposa, eso fue hasta que Teddy vino a vivir con ellos. El terrier negro ruso fue entrenado especialmente por expertos en Hungría e importado a Reino Unido hace tres años para vivir con Sheldon y su familia.
Ahora, Teddy y su dueño están juntos las 24 horas del día, los 7 días de la semana. El perro especialmente entrenado sabe cómo detectar cuando su dueño no está bien y necesita medicación para alertarlo.
«Mi cortisol puede caer a niveles peligrosos en solo 20 o 30 minutos sin que me dé cuenta», dijo Sheldon. «Teddy es un perro increíblemente inteligente y está altamente entrenado para ser consciente de cualquier caída en mis niveles de cortisol».
«Sabe alertarme con expresiones faciales o con sus patas si siente una recaída, lo que me permite tomar mi medicación a tiempo para prevenir cualquier lapsus».
Teddy ha sido un cambio de juego para Sheldon y su familia. La vida era aterradora para el exgerente de fondos en un momento dado, dice, no sabía si se despertaría cada mañana. Ahora son inseparables, ya sea que vayan al cine, a restaurantes y supermercados, a la cocina de su casa, o incluso al baño. El perro lleva en su arnés la medicina que podría salvar la vida de su dueño y lo vigila.
Teddy también es un verdadero profesional. «Cuando el arnés está puesto, es como un interruptor», dice Sheldon. «Ya no es mi amigo, es un perro de trabajo pero el resto del tiempo, es tan cariñoso… Se pega a mí como el pegamento y es increíble con los niños».
«Es increíblemente inteligente, es casi como si pudieras tener una conversación con él», añade el agradecido propietario. «Pero gracias a Teddy todos hemos recuperado nuestras vidas y no podríamos ser más felices».
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