Un hombre de 76 años de Pensilvania debe su vida a la rápida actuación de una enfermera, su esposo y un perro de tres patas tras caer al río Allegheny y estar a punto de ahogarse.
El mes pasado, se reconoció el heroísmo de los rescatistas.
La enfermera Mary Jo Lender, de 54 años, de Lower Burrel, estaba visitando el Club Náutico de River Forest con su esposo, Brian, de 53 años, y ya se iban a ir del lugar cuando ella notó movimiento en el muelle y vio a la pequeña pomerania chapoteando en el agua oscura.
«Eso fue lo que nos llamó la atención», dijo Mary Jo a The Epoch Times sobre aquel incidente del 10 de junio. «Noté un poco de brazo, de piel».
«Era una persona, pero la superficie del agua no permitía ver bien por debajo».
«Grité: ‘¡Dios mío, hay una persona ahí debajo!'».
Brian saltó y sacó al anciano, Tom Kissel, del agua. Estaba en «situación desesperada», dijo Mary Jo, ya que había estado bajo el agua durante «varios minutos».
Enseguida empezó a administrarle la reanimación cardiopulmonar mientras otro visitante llamaba a los servicios de emergencia, que llegaron al alejado puerto deportivo 20 minutos después.
«Soy enfermera especializada en cardiología desde hace 33 años, y sabía que era muy poco probable que sobreviviera», dijo Mary Jo.
La asistencia médica llegó, se hizo una fibrilación a Tom en el muelle y le administraron oxígeno para luego trasladarlo al Hospital Familiar de Alleghany y, finalmente, al Hospital General de Alleghany. Sorprendentemente, fue dado de alta menos de dos semanas después.
Tom, de Mars, se ha recuperado casi por completo con «déficits mínimos» y sin los daños neurológicos esperados a pesar de haber estado sumergido durante esos minutos.
Ningún testigo vio a Tom caer al agua, pero dijo que un oleaje provocado por las embarcaciones en el concurrido río probablemente desestabilizó su equilibrio en el muelle, haciendo que se golpeara la cabeza y cayera inconsciente.
«Si ese perro no hubiera estado allí, habríamos salido del muelle, nos habríamos metido en el auto y nos habríamos ido a casa», dijo Mary Jo. «Y nadie habría sabido dónde estaba Tom».
«Si no fuera por ese perro que chapoteaba, nunca habríamos mirado hacia allí», añadió, dando crédito al perro de tres patas, llamado Tater Tot, por su papel en el rescate.
Tom ya ha regresado al río a pasar tiempo con su familia y, por supuesto, con Tater Tot.
El 12 de octubre, Mary Jo y su esposo recibieron un reconocimiento por sus acciones para salvar vidas en una ceremonia patrocinada por la Asociación Americana del Corazón y la Red de Salud de Allegheny.
Tom y Tater Tot asistieron y se reunieron con sus salvadores.
«Me alegra que se les haga un reconocimiento por lo que hicieron por mí», dijo Tom a Trib Live. «Les debo mi vida a ellos».
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